RPP Foto: Parroquia y Julissa Gonzales |
Libro: Razonamiento a partir de las Escrituras, páginas 181 y 182 |
El pasado 11 de marzo de 2012, un joven de 25 años de edad, testigo de Jehová y que padece de esquizofrenia, destruyó una estatua de la Virgen de Fátima en el recinto de la Iglesia con el mismo nombre, en el distrito de Miraflores, Lima (Perú). ¡Podemos tratar de imaginarnos cómo se pudieron sentir los devotos católicos ante este acto vandálico y sacrílego!
A raíz de este lamentable suceso, ha surgido la polémica. Por ejemplo, el expresidente de la la Conferencia Episcopal Peruana, monseñor Luis Bambarén, advirtió que los testigos de Jehová inculcan odio hacia las imágenes religiosas. Un resumen de sus declaraciones las podemos leer en periódico digital diario16.pe
Entresacamos lo siguiente:
El monseñor Luis Bambarén consideró como una ofensa a la Iglesia Católica la destrucción de la imagen de la Virgen de Fátima en Miraflores, la cual fue perpetrada por David Jonathan Bedón Panduro, un joven de 25 años con alteraciones mentales. Si bien el sacerdote jesuita dijo que había que comprender el estado mental del joven, lamentó que grupos religiosos como los Testigos de Jehová alienten el odio a las imágenes.
“Aquí hay un agravante: si a un enfermo esquizofrénico le orientan el odio a algo, por ejemplo a un miembro de la familia, lo va a atacar. En ese caso, los Testigos de Jehová le han alentado el odio a las imágenes y entonces viene y destruye la imagen”, indicó el obispo emérito de Chimbote. [...] Bambarén indicó que así como existen grupos evangélicos serios, con los cuales la Iglesia Católica guarda una relación muy buena, “hay otros grupos que son fanáticos” y que inculcan el odio a costumbres de otros credos. [...] http://diario16.pe/noticia/14752-bambaraen-testigos-de-jehovaa-alientan-odio-a-las-imaagenesEl portavoz de los testigos de Jehová, Norman Cripps, se ajustó al guión al que nos tienen acostumbrados los portavoces de la confesión, echando balones fuera:
Por su parte, Norman Cripps, de la Asociación de Testigos de Jehová, desmintió las declaraciones de monseñor Luis Bambarén. "No queremos entrar en una polémica, solo voy a decir que nosotros respetamos las creencias religiosas de los demás, no fomentamos ningún tipo de odio", expresó. http://www.larepublica.pe/node/775950/printDos días más tarde, y ante al ataque a otra virgen, de nuevo, el portavoz añadió:
Por su parte, Norman Cripps, de la Asociación de Testigos de Jehová, aseguró que estos hechos no tienen nada que ver con su religión, ya que ellos no promueven el odio y respetan los símbolos religiosos. "A nuestros fieles los ayudamos a conocer la Biblia y promover el amor. Los hechos ocurridos con la imagen de la Virgen de Fátima son ajenos a nuestra doctrina", indicó. http://www.larepublica.pe/14-03-2012/desorden-mental-o-fanatismo-religioso-en-ataques-la-virgen-de-fatimaPor supuesto, en cualquier confesión religiosa o asociación de cualquier tipo, puede darse el caso de un esquizofrénico que se la vaya la cabeza y que la emprenda o con personas o con objetos. En este caso, el obispo reconoce la enfermedad mental del que rompió la estatua y sólo añade un agravante: "Los testigos de Jehová le han alentado el odio hacia las imágenes y entonces viene y destruye la imagen". Para más inri, el portavoz de los testigos de Jehová, dice que "ellos no promueven el odio y respetan los símbolos religiosos".
Bueno, si bien es cierto que la confesión religiosa de los testigos de Jehová no promueve que sus miembros vayan por ahí destruyendo las imágenes religiosas de otros cultos, un servidor no ser atrevería a decir lo mismo sobre si se inculca o no odio a las imágenes religiosas..., ¡por lo menos si uno se atiene a lo que escriben en sus publicaciones! Nos hemos tomado la molestia de exponer unos ejemplos publicados por los testigos de Jehová y, dejaremos que el lector imparcial juzgue por sí mismo:
Un día la hermana Lagakos llamó a la puerta de cierta Sra. Katina Nicolaidou, una dama muy celosa por las tradiciones de la iglesia ortodoxa. De hecho, al entrar en la casa, la hermana Lagakos observó que toda la pared estaba cubierta de imágenes y cuadros de santos religiosos y que enfrente de ellos ardía una pequeña lámpara de aceite. Era costumbre de esta señora arrodillarse y orar ante estos objetos todos los días. Andando el tiempo, con la ayuda del matrimonio Lagakos, la Sra. Nicolaidou avanzó en conocimiento de las Escrituras. Dentro de poco llegó el tiempo en que tenía que decidir qué hacer con todos sus cuadros e imágenes religiosos.
--“Tal vez pudiera enviarlos a la iglesia,” razonó ella.
--“No,” fue la respuesta que le dio el hermano Lagakos.
--“Bueno,” respondió ella, “tengo muchas amigas religiosas; se los regalaré a mis amigas.”
--Pero el hermano Lagakos dijo: “Eso tampoco sería correcto.”
--“Bueno,” preguntó ella, “¿qué debo hacer con ellos?”
--“Pues, debería tratarlos de la manera que la Palabra de Dios dice,” se le explicó. “Despedazarlos y deshacerse de ellos.”
Esta fue una decisión bastante importante para esta señora que había pasado tantos años orando ante sus objetos “santos.” Pero tomó esa decisión, y los cuadros e imágenes fueron despedazados, y así se les convirtió en combustible que se usaría para calentar el baño de la familia.—2 Rey. 18:1-5. Anuario de los Testigos de Jehová para 1980, página 182
ECUADOR: Algunas personas interesadas están asiéndose rápidamente de la verdad. Una de ellas es una señora que pidió un estudio porque su hermano se había hecho Testigo y estaba muy impresionada por su excelente conducta. En el segundo estudio, la hermana que estudiaba con ella mencionó el asunto del fumar. La siguiente semana, la mujer dijo que desde que aprendió el punto de vista de la Biblia en cuanto al fumar ya no había tocado un cigarrillo. Posteriormente, vino el tema de las imágenes. Su casa estaba llena. Pero un texto fue todo lo que se necesitó para convencer a esta humilde mujer. (Deu. 7:25, 26.) Una semana después, al terminar el estudio salió de la habitación y regresó con un montón de imágenes en los brazos, diciendo: “Esto es para que vea que mi decisión es seria”. A continuación las quemó todas. Más tarde, empezó a asistir a las reuniones y no ha faltado a ninguna desde entonces. Poco después venció un problema todavía más difícil: romper una relación inmoral con un hombre casado. Ahora, por primera vez en su vida le era posible experimentar felicidad verdadera, puesto que podía servir a Jehová con una conciencia limpia. Anuario de los Testigos de Jehová para 1986, página 48.
Durante las semanas que pasé en Vittel, visité cada hogar del pueblo con el mensaje del Reino. Hubo una visita que nunca olvidaré. Fue la que hice a André y Suzanne Perrin. Nos reunimos, junto con los hijos de ellos, alrededor de una mesa, y estudiamos hasta la medianoche. La mañana siguiente, Suzanne me gritó al verme pasar por su casa: “Monsieur Richard, ¿sabe lo que hice después que usted se fue anoche? ¡Quemé todas mis cruces, imágenes, vírgenes, rosarios... todo, en el fuego!”. La Atalaya 1 de octubre de 1981, página 12.
A medida que su conocimiento bíblico aumentaba, Daniel ponía en práctica lo que iba aprendiendo. “El asunto de las imágenes me presentó cierto problema,” señala Daniel. “Yo creía que me habían ocurrido algunos milagros como consecuencia de la intervención de los ídolos. Sin embargo, Mario Hernández usó 2 Corintios 11:14 en su argumento... ‘Satanás sigue transformándose en ángel de luz.’ ¿Cómo respondí? ‘Ya veo; los demonios pueden engañarnos con los ídolos. ¡Así que terminemos con ellos!’” Daniel quitó todos los cuadros y estatuas de la casa, y los llevó al patio, dio saltos sobre ellos y luego los quemó. “Yo quedé horrorizada y salí precipitadamente de la casa, pues esperaba que el techo se desplomara como expresión de la cólera divina,” relata Delia, “continuamente seguía suplicando: ‘¡Por favor, Dios querido, perdona a este ignorante! ¡Te suplico que no nos castigues!’” La Atalaya 15 de febrero de 1980, página 26.
A su debido tiempo, David Farjini completó su trabajo en Haifa y volvió a su hogar en Egipto, dejando a Ibrahim y a Atallah por su propia cuenta. La presión y oposición que comenzó a acumularse contra ellos fue impulsada en parte por la franqueza con que ellos criticaban la iglesia. Ibrahim era un repartidor de queroseno y siempre que entraba en un hogar y veía cuadros o imágenes religiosos escribía una cita bíblica en el cuadro mismo. Entonces le decía al ama de casa que le pidiera a su esposo que buscara el texto cuando volviera del trabajo. Tampoco tenían muy buen tacto los hermanos al tratar con sus propias familias, y esto contribuyó a la oposición que experimentaron. Por ejemplo, cierto día Atallah entró en su propio hogar con un martillo y destrozó todas las imágenes y cuadros que estaban a la vista. Hizo esto sin explicar o sin dar advertencia, lo cual consternó mucho a su esposa e hijitos que sencillamente observaron con asombro lo que él hacía. Sin embargo, con el tiempo varios de sus hijos entraron en la verdad, y hoy en día algunos de sus nietos son Testigos activos. Anuario de los Testigos de Jehová para 1980, página 218.
La primera persona que abrazó la verdad aquí después de varias consideraciones fue un joven llamado Salameh Assoussah. Un amigo de él también se unió al grupo de estudio. Salameh se bautizó en una asamblea que se celebró en Trípoli, Líbano. Mientras testificaba en Jerusalén, Salameh conoció a Farah Bakhit quien, después de su primera consideración bíblica, prontamente destruyó todas sus imágenes y cuadros. Más tarde, Farah llegó a ser siervo de congregación (superintendente presidente), y soportó encarcelamiento y otras penalidades debido a su fidelidad. Anuario de los Testigos de Jehová para 1980, página 222 y 223.
Un ejemplo de esto es el de una mujer del África austral que era médium espiritista y que aceptó la ayuda que le ofreció un testigo de Jehová para estudiar la Biblia. Cuando leyeron el relato bíblico antes citado que describe la manera en que personas de corazón honrado del primer siglo destruyeron sus libros sobre el espiritismo, la mujer preguntó si ella debería hacer lo mismo. El Testigo le mostró que esto le podría traer el favor de Dios, y concordaron en hacerlo en cierta fecha. Al llegar, el Testigo halló que la mujer estaba lista con todas sus prendas de vestir religiosas y sus objetos espiritistas y alguna parafina. Hicieron un fuego y quemaron todos los objetos. ¿Cuál fue el resultado? La mujer fue librada de la influencia demoníaca y ahora está disfrutando del gran privilegio de ayudar a otros a poner su confianza en el Dios verdadero. Espíritus en invisibilidad... ¿nos ayudan, o nos perjudican?, páginas 44 y 45.El hermano Norman Cripps, añadió: "A nuestros fieles los ayudamos a conocer la Biblia y promover el amor". Después de leer estos relatos, ¿qué quieres que te diga? Amor, lo que se dice amor a las imágenes religiosas..., ¡no podemos decir que lo predicáis! Opino que tú dices lo que le interesa a nuestra confesión religiosa, pero, de ninguna manera se ajusta a la verdad. Por lo tanto, creo que monseñor Luis Bambarén, está diciendo la verdad. ¡Al pan, pan y al vino, vino!
Me hace gracia todos los agentes Watch y Testigos sinceros que critican el artículo sobre este tema expuesto por nuestro amigo Luis Santamaría. http://infocatolica.com/blog/infories.php/1203131037-obispo-peruano-los-testigos-d ¡No se puede negar lo evidente y, mucho menos lo que está ámpliamente documentado! No todo vale para lavar la imagen pública de nuestra confesión religiosa. Mas bien, deberíamos exigirle a nuestra entidad religiosa que inculcase mayor respeto en sus publicaciones hacia las otras creencias religiosas y sus símbolos religiosos. Sin respeto y tolerancia, la convivencia se hace imposible. Por este motivo, los madamases debería hacer un ejercicio de autocrítica y ver dónde se puede mejorar para promover mayor tolerancia y respeto.
La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Lo documentamos todo, todo y todo. ¿Quién es el padre de la mentira y la opacidad financiera a espuertas?