Nízam: (el Ojo que todo lo ve) |
Circular interna: Carta a los Cuerpos de Ancianos, 17 de mayo de 2011 |
Nuestro colaborador desinteresado Nízam, desde el lado oscuro, nos informa puntualmente sobre el uso y disfrute del dinero que donamos los pardillos integrales a los pedigüeños sin fronteras. ¡Qué bendición tener a alguien que predica el evangelio verdadero sin trampa ni cartón watchtoweriano! Hemos estado esperando que algún agente Watch nos ilumine y documente..., ¡pero nuestra esperanza --una vez más-- ha sufrido de la desilusión!
En la carta dirigida a los Cuerpos de Ancianos, con fecha del 17 de mayo de 2011, la confesión religiosa nos proporciona las razones teológicas sobre como puede uno servir como la Voz de Dios en la tierra y, a la misma vez realizar las tareas propias de una aseguradora. ¿Existe alguna incompatibilidad espiritual? Al Cuerpo Gobernante le parece que no y procede como tal.
A decir verdad, ¡nada nos sorprende! Todavía tenemos grabado en la memoria cuando la confesión religiosa gestionaba y nos prestaba nuestro dinero a un interés del 6%..., ¡sin ser una entidad bancaria con la autorización del Banco de España! http://johnhenrykurtz.blogspot.com/2008/02/todas-las-cosas-que-se-escribieron-en.html ¿Quién dijo aquello: "No os acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban"?
Pero, ahora vayamos a esta ilustre circular y diseccienémosla teocrática y apropiadamente. ¡Va por ustedes!
Básicamente, funciona como cualquier aseguradora del mercado español, pero sin serlo..., ¡por lo menos oficialmente! ¿Cuál es el objetivo?:
El programa de Asistencia Mutua para Salones del Reino (AMSR) utiliza fondos expresamente contribuidos para pagar daños contra la propiedad de Salones del Reino y para gastos y reclamaciones como consecuencia de incidentes acaecidos en los Salones del Reino.¿Cuántos Salones del Reino hay en España..., unos 900, por ejemplo? ¿Cuánto dinero costaría asegurarlos anualmente todos estos locales? ¡Una pasta! Pues, ¿porqué pagar a una aseguradora anualmente un buen dinero..., si podemos nosotros tenerlo en una cuenta bancaria única..., generando unos réditos que no te puedes ni imaginar? Sin duda es un buen negocio y, además, se cumple la profecía bíblica de: Todas las cosas por y a través de Dios.
Pero, a los espabilados de turno, se les olvida --o por lo menos no lo mencionan-- algo importantísimo. ¿Qué es esto? Bien. Supongamos que una persona sufre un accidente en uno de estos 900 locales: se puede caer y golpear en la cabeza, o electrocutarse fortuítamente..., etc. Y, ahora, el accidentado o sus familiares, reclaman una indemnización a la aseguradora, ¿qué pasaría? Tal vez, no entra dentro de los esquemas de la confesión religiosa la posibilidad de que un miembro de la confesión religiosa los denuncie a ellos, ¡yo no lo sé! Pero no contaría con ello como algo seguro. Por supuesto, esto es un ejemplo, que se nos ocurre a bote pronto.
¿Cómo se finanza este Fondo teocrático?:
A fin de financiar este fondo se sugiere una cantidad anual de 0,50€ por publicador. El resultado de multiplicar 0,50 euros por la cantidad de publicadores puede enviarse a la sucursal de una vez, o si se prefiere, puede fraccionarse en varios meses.¿Esto cuánto supone anualmente? Si contamos que en España hay unos 107.000 publicadores, pues unos 50.000 euros anuales que les caen por la patilla, sólo por este concepto. Recordemos: por "asegurar" unos locales que están escriturados a nombre de la confesión religiosa. ¿Qué pasaría si, como dice Ojo Bereano..., yo no quiero aportar esos 0,50 euros anuales? ¡Ese no es un problema de la confesión religiosa! Los ancianos de congregación tienen la sugerencia de enviar 0,50 por publicador. Si tú no los hechas, los ancianos tienen la obligación de coger esa cantidad del total que pueda tener la congregación en su cuenta bancaria. Cierto, es una manera de donar voluntariamente un poco extraña..., ¡pero la confesión religiosa siempre se cura en salud!
Acaban diciendo una verdad como un templo:
Nos complace administrar los fondos de este programa por el cual todas las congregaciones pueden ayudarse unas a otras.A decir verdad, a mí también me complacería administrar esos fondos. ¡Sólo faltaría que nos dijeran que el administrarlos les es un calvario! Pero, esa cuenta única, irá aumentando anualmente, ¿no? ¿Cuánto dinero generará bien invertido? ¿Quién se queda con los intereses? ¡Tenemos tantas y tantas preguntas por hacer a la Voz de Dios en la tierra...!
Se me olvidaba. Todavía dicen algo más entrañable:
Pedimos que Jehová lo bendiga a fin de cuidar apropiadamente de nuestros salones [...]¡Qué bien..., nuestros salones! Bueno, es una manera de hablar. Porque, nuestros, lo que se dice nuestros..., no pueden ser. Por una sencilla razón: porque a pesar de que los hemos pagado nosotros..., los hemos escriturado a vuestro nombre..., pagando incluso los gastos de la notaría. ¿Se nos puede pedir más? Cuando me califico a mí mismo de: pardillo integral ibérico, ¿estoy exagerando?
La madre del cordero está en saber si, legalmente, se puede funcionar como una aseguradora más en el mercado español, sin serlo oficialmente. Lo desconozco. ¿Es esto competencia desdeal? Si uno actúa como una aseguradora, ¿obtendrá unos beneficios, no? ¿Habría que pagar al Ministerio de Hacienda alguna cantidad en concepto de impuestos? No lo sé, pero me lo pregunto. ¿Qué opinan las demás empresas que funcionan como aseguradoras y que tienen que pagar religiosamente sus impuestos al Estado..., de este fondo de Asistencia Mutua para Salones del Reino? Tampoco lo sé.
De cualquier forma, os hemos informado, para que sepáis algo más sobre adónde va vuestro dinero que donáis. Ya sé que no es mucha información, ¡pero menos da una piedra!
Por vosotros, con vosotros, por todos. La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. ¿Quién es el padre de la mentira?