Salón del Reino de los Testigos de Jehová en New Ross, Irlanda

http://www.wexfordpeople.ie/news/court-hears-allegation-of-abuse-from-age-of-eleven-2094647.html
http://www.goreyguardian.ie/news/i-have-been-through-anguish-2089788.html
Estimados camaradas en nuestro particular vía crucis watchtoweriano:
Nuestro compañero oculto en una localidad del sur de Madrid, Manolín Bueno, ha tenido la amabilidad de pasarnos estos enlaces periodísticos sobre la más rabiosa actualidad desde el condado de Wexford (Irlanda). La Resistencia nunca duerme..., ¡somos muchos y con mucha moral! ¿Pasaría esta noticia desapercibida para los lectores de lengua española...? ¡Jamás suceda eso! ¡Va por ustedes!
La foto superior, pertenece al segundo enlace (el de goreyguardian.ie). Como se puede leer, es la foto del Salón del Reino donde se ha armado el guirigay que nos ocupa..., ¡pero desmenucemos esta noticia como se merece!
EL TRIBUNAL ESCUCHA LAS ALEGACIONES SOBRE ABUSOS SEXUALES SUFRIDOS DESDE LOS ONCE AÑOS
Miércoles, 10 de marzo de 2010
Se está a la espera de la sentencia por difamación por parte de un padre y sus tres hijos en contra de un compañero de la confesión religiosa de los testigos de Jehová, cuya vista tuvo lugar la semana pasada ante la juez Alice Doyle, del juzgado de Wexford.
William O'Connor y sus tres hijos, Michael, John and Gerard O'Connor, todos domiciliados en Corcoran's Lane (New Ross) --municipio irlandés--, demandaron a Adam Ballard, quien reside en Clonmore, Clareen, Birr, Co. Offaly.
Susan Burke, la abogado de los O'Connor, dijo que se habían querellado contra Adam Ballard por difamación, por presentarles ante la opinión pública como personas indeseables al acusarles de haber cometido el horrendo crimen de la violación.
Ella dijo que las declaraciones de Ballard habían sido extremadamente duras y malignas y sin ningún tipo de fundamento. La Sra. Burke, dijo que las palabras "cuidadosamente escogidas" del Sr. Ballard, han expuesto a los O'Connor al odio, el ridículo y el desprecio.
La Sra. Burke declaró que, en una reunión mantenida en el Salón de Asambleas de New Ross, donde asistía William O'Connor, y con la presencia de dos ancianos (pastores religiosos) de la congregación de New Ross: Tony Walsh y Oliver Hegarty, Adam Ballard aseguró que tanto William O'Connor, como sus tres hijos: Michael, Gerry y John, le violaron repetidamente durante 1980.
"Tú viniste a mi caravana en Navan, en la asamblea, y me violaste. En McMurrough, volviste a violarme en repetidas ocasiones. Fuiste al bosque con otros cuatro, a la luz de la hoguera, estuvísteis danzando con las caras pintadas y volvísteis a violarme".
La evidencia se había presentado anteriormente ante el sargento Brendan Kelly, por William O'Connor, Michael, John y Gerard O'Connor, y Tony Walsh --un anciano en la congregación de los testigos de Jehová de New Ross--.
El miércoles pasado, Adam Ballard, dijo al tribunal que el motivo para que él viniese a vivir en New Ross fue que su padre encontró empleo en una granja en el año 1979. Al poco de estar allí, conocieron a William O'Connor, quien ayudó a su padre a encontrar una vivienda. Adam Ballard, declaró que para ese entonces tenía él mismo 9 y 10 años de edad y sus padres eran miembros muy activos en la comunidad local de los testigos de Jehová.
Respecto a las alegaciones, el Sr. Ballard, dijo que durante un período tiempo la amistad con William O'Connor se iba fortaleciendo. Entonces, para cuando cumplió los 11 años de edad, todo comenzó a suceder.
El Sr. Ballard, dijo que durante la reunión mantenida en el Salón de Asambleas de New Ross él declaró que tanto William O'Connor, como sus hijos Michael, Gerry y John, le violaron en repetidas ocasiones durante 1980.
Conor O'Doherty, respondió y dijo que Ballard mencionó lo del bosque y lo de la luz de la hoguera. Además de William O'Connor, había otras personas presentes.
"Primeramente empezaron con el hotigamiento sexual. Y fueron a más con los abusos sexuales. Estos abusos se mantuvieron por cuatro años", declaró él.
El Sr. O'Doherty, dijo que Ballard --en la reunión mantenida-- había incluido John y Gerard O'Connor en estos sucesos.
Para Adam Ballard, éstos no habrían estado envueltos, hasta los sucesos de Navan. Sin embargo, habrían estado presentes en otras ocasiones mientras se cometieron estos abusos.
Sin embargo, la abogado de los O'Connor, la Sra. Burke, dijo que esta alegación en particular sobre los sucesos de esos cuatro años no estaban incluidas en la demanda de John y Gerard O'Connor.
El Sr. O'Doherty, sin embargo, dijo que se debe tener en cuenta el asunto desde la perspectiva del que ha oído las declaraciones ("yo ni entro ni salgo sobre la veracidad de las declaraciones").
(La abogado de los O'Connor se mosquea y le pide al Sr. O'Doherty que se limite a las declaraciones que se hicieron en esa reunión del Salón de Asambleas. La juez, concuerda con esto).
Respecto a lo que ocurrió en Navan, el Sr. Ballard dijo que tanto John como Gerard O'Connor estuvieron allí, mientras que William O'Connor aparecería más tarde en su vida.
Al Sr. Ballard, se le recomendó que visitase al Doctor Jonathan Egan de la seguridad social irlandesa, el 7 de enero de 2003, ya que estaba atravesando por malos momentos, aunque ya había hablado sobre el asunto con Garda en Clareen, con el fin de ser aconsejado.
Más tarde, él abordó a Tony Walsh y le pidió que organizase una reunión en New Ross, donde también estarían presentes tanto Oliver Hegarty como William O'Connor. Él ya le había mencionado lo ocurrido a Tony Walsh y le dijo que quería arreglar los asuntos a la manera de los testigos de Jehová. En esa reunión (Ballard) estaba nerviosísimo. Durante el transcurso de la reunión, William O'Connor se puso estremadamente agresivo, dijo él.
Ballard, admitió que en esa reunión mantenida él sólo quería una disculpa por parte del otro, cosa que no consiguió.
No obstante, la abogado Burke dijo a los testigos que, él no era la única persona con derechos. Esto no se mantuvo en secreto, sino que incluso personas ajenas al Salón del Reino tenían conocimiento de los hechos. "Por causa de su fe, usted se ha creído con derecho a calumniar a éstas personas y destruir la reputación ellos, causando mucha angustia a esta familia".
Oliver Hegarty dijo al tribunal que él era un anciano nombrado en la congregación (de los testigos de Jehová) en New Ross. Él dio los detalles de lo hablado con Tony Walsh, que fue quien le mencionó a él el problema, después de lo cual organizaron la reunión con William O'Connor. Reconoció que, mientras la reunión tuvo lugar, también estuvieron investigando y estas pesquisas les llevaron a Tuam, para asegurarse si unos acontecimientos habían tenido lugar allí.
Admitió que ellos hicieron todo lo que pudieron interrogando a tantas personas como fue posible para saber qué de verdad había en todo esto.
El Sr. Hegarty también declaró al tribunal que Adam Ballard estaba obligado a hacer lo que hizo en dos cosas: la confrontación personal con un miembro de la confesión religiosa y todo esto de acuerdo con el protocolo que indica la Biblia. Él tenía la obligación de informar a la congregación del pecado grave cometido.
Él dijo que, durante la reunión mantenida con William O'Connor, éste negó todos los cargos y hubo una explosión de colérica antes de concluir la reunión.
La Sra. Burke preguntó al testigo si la decisión de ir a Tuam para interrogar a la gente por si los O'Connor estaban envueltos en esto, no era una especie de caza de brujas.
El testigo respondió: "Desconozco lo que es eso".
La abogado Burke le respondió al Sr. Hegarty que tanto él como el Sr. Walsh, no tienen ni idea de lo que están tratando y se les escapa a su compresión. "Ustedes han pensado que estaban tratando con un pecado serio, pero también es una acusación de una delito muy grave".
"Este es un asunto de extrema gravedad y ustedes estaban buscando pistas. ¿No les dictó el sentido común que debían desistir en esa línea porque esto estaba más allá de sus capacidades?".
El Sr. Hegarty le respondió que no llegaron a esa conclusión, y que un pecado serio debe ser informado a la congregación.
La juez Doyle, debía dictar sentencia en el día de hoy (miércoles).
Fin de la traducción. Le agradecemos el trabajo desinteresado al Topo Ajalvireño, por conciliar su trabajo en la central con las aportaciones a la Resistencia.
Aquí, vemos a dos ancianetes 'pringaos' de congregación que, siguiendo las directrices de la Sociedad Watch Tower, se meten a detectives privados por su cuenta y riesgo..., ¡olvidándose que no están capacitados para averiguar la veracidad de las acusaciones sobre pederastia! La policía, tiene todos los medios científicos y técnicos para averiguar la verdad..., ¡los ancianos de congregación de los testigos de Jehová está incapacitados para ello!
Además, siguiendo las directrices de la confesión religiosa, se olvidan que la pederastia no es sólo un pecado serio..., ¡sino un delito criminal que debe informarse a la policía! ¿Les dice la Sociedad Watch Tower, a los ancianos de congregación, que DEBEN informar SIEMPRE estos casos a la policía..., o se callan como cucos?
Son los tribunales, con su policía judicial y sus médicos forenses, junto con las distintas disciplinas científicas que emplean, los que pueden dirimir quién es inocente y quién es el culpable en este caso.
El anciano de congregación: sea éste carpintero, transportista, fontanero o albañil..., ¡no está cualificado para averiguar estos casos de pederastia..., por mucho que se los haga creer la confesión religiosa de notorio arraigo y olé!
¿Dónde está el Departamento de Asuntos Legales de la Sociedad Watch Tower, para defender a éstos dos ancianos de congregación, por seguir SUS directrices en el campo de la pederastia dentro de las congregaciones? ¡Sólos ante el peligro! Como de costumbre, ¡con una mano delante y otra detrás! Ese es el modus operandi de la confesión ajalvireña del Santo Pedir.
¿Eres anciano de congregación? ¿Qué lección derivas de este caso? ¿Confías en que en casos de problemas con la justicia por seguir las directrices de la Sociedad..., esta te ayudará con sus abogados?
ACCIÓN PARA EL POST
Si eres anciano de congregación, comenta este caso con tus compañeros ancianos..., ¡les va la hacienda y la libertad en ello!