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lunes, 17 de agosto de 2015

Consultorio teocrático: "Como esposa, ¿puedo decidir cómo gastar el dinero que gano?"

¡Despertad! 22 de octubre de 1984, página 31


     Estimadas víctimas de los teocrátas de pacotilla:

Nuestra hermana Juanita Reina, desde Puertollano (Ciudad Real), acude a nuestro consultorio teocrático en busca de guía y consejo.  ¡Es lo que hay!  Los apóstatas nos hemos ganado un prestigio a pulso, con esfuerzo y tesón.  Pero, sobre todo, con rigor y documentación.  La demagogia se la dejamos a los agentes Watch profesionales: expertos en campañas de intoxicación y desinformación, ¡mucha palabrería, pocos datos y menos documentos!  Siguen el camino de su padre –el Diablo—y mienten más que hablan cuando se trata de defender la imagen pública y el patrimonio económico de la confesión religiosa del notorio arraigo y olé.

     Juanita se explica:

“Trabajo como profesora en un instituto de educación secundaria y mi marido como comercial de productos dietéticos.  Sin embargo, se enroca en que como cabeza de familia teocrático es él quien en última instancia decide cómo se gasta el dinero que ganamos en común.  ¿Cuál es el punto de vista del Cuerpo Gobernante –cuerpo eclesiástico— sobre este tema?  ¿El ser mujer supone un impedimento a la hora de decidir cómo se gasta el dinero?  ¿Debo ser sumisa a mi marido en el tema financiero?”.

     Básicamente y resumiendo; la política de los teocrátas de pacotilla del Cuerpo Gobernante es: la mujer en casa y con la pata quebrada…  Una vez dicho esto, nos centraremos en los detalles referentes a tu lícita inquietud.  Es verdad, podríamos mencionar multitud de citas bibliográficas de las publicaciones de nuestra entidad religiosa donde se coloca en una posición secundaria –de sumisión al esposo-- dentro del organigrama familiar y también en el de la comunidad religiosa.  No obstante, lo dicho, nos limitaremos a lo que específicamente preguntas cándidamente.  ¡Va por ustedes!

Mi esposo y yo trabajamos en lo seglar. Puesto que yo gano parte del dinero, ¿no sería correcto que yo dijera cómo se debe usar éste?-EE. UU.

La cuestión de quién habrá de decidir cómo y cuándo se use el dinero que gana una esposa es difícil. Esto se puede ver por el hecho de que las leyes que abarcan este asunto varían mucho de lugar en lugar. En algunas secciones todo lo que una esposa gana, de hecho, es del esposo, para que lo use como él crea conveniente. En otros lugares esta posición extremada es templada, y la ley reconoce que la esposa es adulta con ciertos derechos, así como el esposo tiene derechos legales. De modo que hay diversidad de leyes sobre este asunto. […]

Aconsejan las Escrituras: "El esposo es cabeza de su esposa como el Cristo también es cabeza de la congregación. ..Esposos, continúen amando a sus esposas, así como el Cristo también amó a la congregación." (Efe. 5:23, 25) Pero, ¿qué significa esto cuando se aplica a los asuntos financieros de la familia?

Primero, significa que el esposo tiene la responsabilidad principal de tomar decisiones en cuanto a cómo se utilizará el dinero de la familia. Probablemente el esposo amoroso querrá considerar tales asuntos con su esposa para saber lo que ella piensa y para recibir sugerencias, pero, especialmente sobre asuntos importantes, él es quien habrá de tomar las decisiones finales. Dependiendo del tiempo, habilidades y preferencias de los que estén envueltos, puede que él encomiende ciertas decisiones cotidianas a su esposa, como el comprar el alimento y alguna ropa así como el pagar algunas cuentas y sufragar los gastos corrientes.  Por supuesto, si él espera esto, él tendrá que suministrarle los fondos para que lo haga. También, en algunos lugares la ley reconoce el derecho que tiene la esposa a cierto dinero para artículos personales y otros usos, como en relación con su adoración. Los esposos sabios no serán innecesariamente estrictos con sus esposas en tales asuntos, sino que continuarán "morando con ellas de igual manera de acuerdo con conocimiento, asignándoles honra como a un vaso más débil, el femenino." (1 Pedo 3:7) De modo que cada matrimonio puede llegar a un entendimiento personal sobre tales cosas.

Pero prosiguiendo sobre este asunto de jefatura: La posición del esposo no le asigna la superintendencia de los asuntos financieros de la familia sin una obligación correspondiente. Más bien, él también tiene la responsabilidad principal de proveer para el sostén de la familia.  Bajo circunstancias normales, no se espera que la esposa tenga un trabajo y se gane la vida para la familia...  ¡se espera que él lo haga! El debe sentir el peso primordial del principio bíblico: "Si alguno no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son miembros de su casa, ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe."-1 Tim. 5:8.

Sin embargo, ¿qué hay si la esposa tiene un trabajo seglar y gana dinero? ¿Afecta esto las cosas? Bueno, examinemos justamente por qué una esposa cristiana estaría en tal situación. Ciertamente una esposa cristiana madura no estaría reteniendo un trabajo seglar porque le encanta, o por independizarse y así competir con su esposo, o para evadir sus responsabilidades principales, o debido a un deseo de posesiones  excesivas. 

Las mujeres del mundo que realmente no necesitan tener un trabajo seglar, pero que lo hacen a causa de tales razones, a menudo han terminado en problemas emocionales y graves dificultades en sus matrimonios. Cuán prudente, entonces, es el consejo de la Biblia de que la mujer casada se concentre en el papel importante de atender el hogar y a la familia. (Proverbios, cap. 31; 1 Timoteo 5:14)  También, esto probablemente le conceda a la esposa más tiempo que pueda dedicar a los intereses espirituales.  Así, de muchas maneras podrá hacer una contribución valiosa a la felicidad de toda la familia.--Proverbios 6:20-22.

Sin embargo, posiblemente el esposo a causa del alguna adversidad no pueda ganar lo suficiente para satisfacer las necesidades (no deseos) básicos de la familia en la vida.  Después de considerar el asunto, quizás se decida que la esposa haga trabajo seglar por un tiempo.  ¿Acaso el hecho de que ella estará ganando dinero cambiará la posición del esposo tocante a los asuntos financieros de la familia? ¡No!  De hecho, si tanto el esposo como la esposa necesitan tener trabajos seglares, debe ser obvio en qué debe usarse el dinero que ganan… en comida, ropa y abrigo.  Como esposa cristiana sumisa ella debe reconocer la obligación bíblica de su esposo de dirigir a la familia tocante a tales cosas, aunque ella esté contribuyendo parte del dinero.

Es superfluo que tratemos de establecer reglas en cuanto al manejo de los asuntos financieros de la familia.  Podemos animar a los esposos y a las esposas a esforzarse por cumplir sus responsabilidades respectivas en cuanto a la familia y el sostén.  El matrimonio exige cooperación amorosa de parte del esposo y la esposa.  Por eso, cuando un matrimonio se esmera en cooperar también en este aspecto financiero de la vida, esto les permite mantenerlo en su lugar apropiado e impide que eclipse los aspectos espirituales más importantes de su matrimonio.  La Atalaya 1 de abril de 1969, páginas 223 y 224.

[Para cotejar con la publicación original digitalizada seleccionar el siguiente enlace: http://jw-enciclopedia.blogspot.com.es/2014/04/biblioteca.html ]

Hermana Juanita, la duda ofende.  La mujer que se precie de ser teocrática y watchtoweriana debe ser sumisa a su esposo en todos los campos, incluso en el económico.  No importa si tú estás trabajando y tu marido en desempleado…, ¡él siempre llevará los pantalones!  Tu papel es más bien el de mujer florero.  Los pedigüeños y mandamases están anclados en la época patriarcal, donde se sienten muy cómodos y dónde no puede haber mujeres que les hagan sombra.  Se han endiosado y no hay quien les baje del burro…, ¡siguen con sus anteojeras watchtowerianas!   Los miembros del Cuerpo Gobernante tienen pocos “papeles”, y menos de naturaleza académica.  Ya sabes, la vida facilona del que no le gusta hincar los codos y sí el vivir de las donaciones de los demás.  Pero eso sí, ¡a la hora de “hablar” en el nombre de Dios no se cortan ni un pelo!

Así que en casita: “nada de independizarse y competir con el esposo” en materia salarial.  Tú tienes que ser una mujer “prudente”, en casa y con la pata quebrada.  Evidentemente con la salvedad de que puedes emplear todo el tiempo que desees a buscar nuevos conversos que también puedan hacer sus donaciones en metálico al Governing Body Bank…

Para ser sinceros, creo que sobran todos los comentarios: ellos mismos se interpretan en la cita bibliográfica.  De modo que, ya sabes lo que los caciques esperan de ti…, sumisión, sumisión y sumisión.  ¡Para variar!

La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.  ¿Quién es el padre de la mentira y los múltiples desvaríos pseudoteológicos?