
La verdad revelada en estado puro..., ¡huy, huy, huy!


Estimadas víctimas de la teocracia watchtoweriana:
La verdad, mal que le pese a algunos, sigue flotando en la superficie informativa. El Infiltrado --unos de los hombres más buscados por los agentes Watch a sueldo--, sigue con su incesante labor a favor de los pardillos integrales de los publicadores de congregación ibéricos y allende los mares. Esta vez, como lo permitían las circunstancias, nos ha mandado esta pregunta a los lectores que aparece el órgano oficial de comunicación de los testigos de Jehová: La Atalaya 15 de septiembre de 1968, páginas 575 y 576. ¡La verdad documentada!
Es un artículo escrito por los indocumentados académicos sin parangón, autoproclamados como el conducto de comunicación de Dios con la humanidad --¡baja Modesto que subo yo!--, podremos comprobar que su osadía no tiene límites. Sí, ellos, que sin tener miedo a la ignorancia, se atreven a dirigir la vida íntima de la gente...,¡sin importar las consecuencias que tienen sus directrices sobre la vida de éstos pardillos integrales, entre los que se incluye un servidor!
A diferencia de los agentes pro Watch, los ultra apóstatas, documentamos la verdad. ¿A quién le podría molestar leer lo que ha escrito el Cuerpo Gobernante? ¿No lo escribieron para que fuese leído? ¿Por qué ocultarlo ahora? ¿A quiénes les podría interesar ocultar la verdad revelada por el Esclavo Fiel y Discreto? ¿No es paradójico que seamos los apóstatas lo que tengamos que divulgar la verdad escrita por el resto ungido? ¿No es extraño que sean los agentes por Watch los que se ofendan por poder leer las verdades caducas de la Voz de Dios en la Tierra? ¡Esto huele a chamusquina! ¡Aquí hay gato encerrado!
Con estas directrices como base, se juzga la vida de millones de personas, ¿no es bueno conocerlo? ¿Porqué puede ser malo que, la gente ajena a la confesión religiosa, se entere de estos detalles publicados internacionalmente y vendidos a las personas que desearon comprarlos? Pero, desgranemos estas verdades celestiales al resto de los mortales. ¡Va por ustedes!:
* Si una mujer que ha cometido adulterio se arrepiente y demuestra esto confesando su mal al comité judicial de la congregación cristiana con la que está asociada, ¿es preciso que ella confiese el error a su esposo.-- M. A., EE.UU.
Vamos a ir poquito a poco, esto tiene mucha tela que cortar. La primera oración gramatical nos resume el artículo y nos da la respuesta oficial: "Sí, ese es un derrotero tanto necesario como prudente, sea que su esposo sea cristiano o no". ¡Qué disparate! Yo pensé, leyendo las Escrituras, que el acto de confesión era voluntario y privado, garantizando el secreto de confesión. ¿Cómo puede ser obligatorio el confesar mis intimidades a un comité judicial..., de tres personas? ¿Se puede justificar esto bajo el paraguas del secreto de confesión? ¡Esto suena más a un tribunal inquisitorial! Pero no contentos con esto, encima obligáis a la mujer adúltera a que confiese a su marido lo ocurrido, sin importar el temperamento del esposo y las consecuencias de ese acto de contrición impuesto por la confesión religiosa. ¿No debería ser esta una decisión que debería tomar la esposa, que es la que conoce mejor que nadie la situación de su hogar..., sin presiones de la comunidad religiosa a la que pertenece? ¿Qué podría pasar, si el marido es un machista temperamental? ¿Quién se haría responsable de las consecuencias? ¿Se puede legislar sin corazón? Este no es un consejo que aparece en una revista que trata temas sentimentales..., ¡esto lo está exigiendo la Voz de Dios en la Tierra a sus feligreses!
¿Qué protocolo debe seguir la testigo de Jehová adúltera? Además de pedir perdón a Dios..., ¡cosa que en principio esta bien, pues queda en el ámbito de lo privado, sin que nadie meta las narices! Pero el Cuerpo Gobernante quiere saber todo de todos, y dice el paso siguiente que debe dar la persona pecadora: "Hoy en cada congregación de los testigos de Jehová hay un comité de tres de tales cristianos maduros que están encargados de la responsabilidad de ayudar sinceramente a los pecadores arrepentidos, o de actuar para expulsar a cualquiera que sea una amenaza a la pureza moral de la congregación". ¿Así que la mujer adúltera debe confesar el pecado al comité de tres personas de la congregación..., si quiere recibir el perdón de Dios, no? ¿Qué finalidad tiene el obligatoriamente confesar el pecado personal a tres individuos que no ofrecen ninguna garantía de que no compartirán el secreto con sus respectivas esposas o personas de confianza? Y, después, cuando visite el superintendente de circuito la congregación, ¿deberán compartir con él también el secreto de la personas adúltera? Al final, ¿cuántas personas se enterarán de lo que debería ser --en todo caso-- un asunto entre la persona y Dios? Al ser condición sine qua non el confesar el mal ante este grupo de personas, ¿no está poniendo los secretos de su vida más íntima en manos de unas personas que no garantizan el mantenimiento del secreto de confesión? ¿Porqué no se puede uno confesar a Dios directamente? ¿Porqué deben estar por medio los tres hombres de la Organización? ¿Quién tiene derecho a ser intermediario entre Dios y el hombre, otros hombres, pecadores como nosotros? Cuando unos hombres conocen los detalles íntimos de tu vida, ese conocimiento les da el control sobre ti.
La cosa no acaba aquí, ahora viene la puntillá: "Pero, ¿es eso todo lo que debería hacer... dirigirse a Dios y a los representantes de la congregación?". No, el Governing Body Bank no está conforme con esos dos actos de contrición adulterina y, le exigen a la "culpable" algo más fuerte todavía..., ¡si es que no la han humillado lo suficientemente! "El cónyuge culpable quizás titubee en cuanto a confesar, al preocuparse sobre cuál será la reacción de su esposo y si éste mostrará perdón o no. Pero eso es algo que ella debería haber pensado antes de meterse en la situación que resultó en adulterio".
Estas directrices se dan para todos los países de la Tierra, en la mayoría de estos las sociedades machistas están bien enraizadas y está bien visto (o no está penado) el pegar a la mujer, ¿estas palabras del Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová a qué pudieran conducir si se cumplen al pie de la letra sin posibilidad de excepción alguna? ¿Qué consecuencias se pueden derivar de obedecer los mandatos de la élite de los testigos de Jehová? ¿Se juega o no se juega con la vida de la gente?
Libertad de religión bien, pero esas religiones deben adecuarse a nuestra legislación de los países democráticos donde pretendemos respetar los derechos humanos. Actitudes teocráticas talibanescas no favorecen en nada la dignidad de las personas ni el buen funcionamiento de nuestras sociedades. Desde mi punto de vista, el que se exija esto a la mujer que ha tenido un desliz de este tipo..., ¡es echarla a la fieras! Otra cosa distinta es que, el cónyuge, por su propia iniciativa --y sin exigencias externas-- decida que debe ser honesto y confesar a su esposo o esposa.
Otro caso más documentado que nos ilustra de debemos tener cuidadín con las directrices de éstos iluminados fundamentalistas religiosos..., ¡nunca abandonemos nuestro sentido común!
ACCIÓN PARA EL POST:
Enviar la documentación a las siguientes direcciones:
Defensor del Pueblo: registro@defensordelpueblo.es
Congreso de los Diputados: información@congreso.es
José Mª. Contreras Mazarío. Director General de Relaciones con las Confesiones: registro.religiosas@mjusticia.es
Guardia Civil: observatoriodelamujer@guardiacivil.org