El Tuerto (reportero gráfico)
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Estimados camaradas ibéricos y allende los mares:
Sí, sí..., ¡lo sabemos! ¡Está claro! Los agentes Watch, los historiadores Watch de la Complutense, los de TJDefendidos y al Contraataque..., ¡todos mudos! Pero es normal, se enteran de las cosas y las noticias teocráticas por los apóstatas. Luego dicen que somos requetemalos, malísimos de remate, que si seremos destruidos por contar las verdades del barquero, etc. Pero, pregunta uno, ¿no irán los mentirosos al lago de fuego? ¿No sufrirán los mentirosos la muerte segunda, tercera o cuarta? ¿Quién es el padre de la mentira? ¿Por contar la verdad seré destruido en el Har-magedón? Entonces, ¿si cuento mentiras me salvaré?
Nuestro compañero y camarada, El Tuerto, una vez más se luce y hace una faena impecable..., ¡me recuerda a José Tomás en Las Ventas! ¡Al final lo sacaremos a hombros por la puerta grande! Ha tenido la amabilidad de pasarnos la carta que se ha leído por las congregaciones del orbe ibérico estos día pasados. Ya el compañero Tejota, dio la voz de alarma, "¡cuidado que nos quieren encalomar al muerto!". Y, ahora, El Tuerto, remata la faena con la muleta y el estoque. Una carta dirigida a los Cuerpos de Ancianos, con fecha del 16 de marzo de 2009. Hay un incoveniente, que al argot watchtoweriano no lo entienden todos los mortales, así que los ultra apóstatas vamos a traducirlo para el respetable. Este argot, ellos prefieren llamarlo el "lenguaje puro de la verdad"..., ¡la verdad, nunca entendí lo de "puro" ni tampoco lo de "verdad"! ¡Es como Puertollano, el pueblo de las dos mentiras: porque ni es puerto ni es llano! ¡Muchas gracias Tuerto, por todos tus desvelos por las congregaciones! ¡Te estás ganando la salvación! ¡Más te vale ser apóstata y verdadero, que teócrata y trilero!
Llegó el momento de comentar tan insigne carta..., de despedida:
"Campaña de distribución de excedentes y publicaciones menos recientes". ¡Je, je, je! ¿"Menos recientes", no se dice en español: atrasadas? Yo creo que el titular debería de ser algo así: ¡Deshágamonos de la literatura almacenada y de la atrasada! Ya empezamos mal, comenzamos por evitar llamar a las cosas por su nombre.
"Algunas publicaciones menos recientes han dado paso a otras de mayor uso". ¡Y dale con el "menos reciente"! ¡Serán ATRASADAS! ¡Llamemos a las cosas por su nombre! ¿Qué pasa, que no podéis decir publicaciones atrasadas, eh? ¡Menuda empanada mental tenéis! ¡Os dejáis engatusar por el Governing Body Bank, y al final no sabéis ni hablar el español! Repetid conmigo: "A-TRA-SA-DAS".
"Los inventarios de las congregaciones revelan que se han acumulado un buen número de estos artículos menos recientes". ¡Dale con el "menos reciente"! Pues un servidor propone que, si las congregaciones tienen acumulados importantes stocks de estos artículos, pues se envíen de nuevo a Betel y que Betel nos devuelva el dinero que hemos pagado por las publicaciones no vendidas. ¡Estos artículos no los quiere leer nadie..., ni engargantándolos! Nosotros no tenemos la culpa de que la gente pase de leer todas las verdades caducas del Cuerpo Gobernante.
¡Notad lo que viene ahora! Es lo importante, y, como de costumbre; pasa desapercibido entre tanta palabrería: "También disponemos de algunas en Betel". ¡Ja, ja, ja! ¡Os va a crecer la nariz! ¿Algunas? ¿Cuántas son esas "algunas"? ¿No nos lo queréis decir, verdad? ¿No estaréis planeando sacaros de en medio todas las publicaciones que tenéis almacenadas en Betel, para poder venderlo limpio de polvo y paja, no? ¿Esta "venta" acelerada de literatura a nivel nacional, tiene algo que ver con la venta del complejo de Ajalvir? Ya que hemos puesto el dinero, pensamos que merecemos alguna respuesta, ¿no creéis?
"Si no se da salida a estas publicaciones, con un contenido muy valioso, podrían acumularse por mucho tiempo, por lo que se perdería su magnífico contenido espiritual". ¡Jua, jua, jua! ¿Caduca este "magnífico" contenido espiritual? ¿Cuánto tiempo lleva la Biblia escrita? ¿Ha caducado? ¿Y cómo es que el contenido "espiritual" de vuestras publicaciones corre el peligro de "perderse"? O sea, tenemos mogollón de publicaciones con un magnífico contenido espiritual que corre el peligro de perderse por acumulación y caducidad. Vamos a ver, pongamos un ejemplo, la industria del automóvil fabrica un exceso de vehículos de tal magnitud que el mercado no puede absorber, son vehículos caducados, en tanto en cuanto no cumplen con las normativas corrientes de seguridad, ¿quién tiene la culpa de esto? ¿Deberíamos todos los españoles comprar un vehículo de estos para nuestro parque automovilístico por razón de que llevan mucho tiempo acumulados y se pueden echar a perder? Aquí, lo que se echa de menos es la honradez, y lo que de verdad se echa a perder es la posibilidad de pillar el dinero de la venta de todas estas publicaciones. ¡Eso sí os importa! ¡Claro! ¡Es muy sencillo! Es como el cuento de la lechera: Governing Body Bank reunido el miércoles por la mañana, el más espabilado de ellos, dice: "Hermanos vividores, tenemos un problema de liquidez, tengo una idea buenísima; las congregaciones están atestadas de publicaciones nuestras sin salida, las cuales ya nos han pagado. Las beteles ídem. ¿Y, si hacemos una campaña mundial de varios meses de duración, para que los pardillos de los hermanos, intenten 'vender' todas las publicaciones que se puedan? ¿No nos reportará esto dinerito contante y sonante? Además, en Hispania, queremos vender Betel pero, con toda esa literatura almacenada no se puede. El comprador lo quiere todo limpio". Esto es una probabilidad muy real.
En el primer párrafo de esta carta, hemos comentado ya esta oración: "Los inventarios de las congregaciones revelan que se han acumulado un buen número de estos artículos menos recientes". Con esto presente, ¡mirad lo que dice ahora la carta!: "Quizás tengáis pocas existencias de estos artículos. En breve recibiréis un surtido de estos que SE OS CONSIGNARÁ en proporción al número de publicadores de la congregación". ¿Quién dijo aquello de que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo? Sí, camaradas, sí, no importa la cantidad de literatura atrasada que tengamos en nuestras congregaciones..., ¡La Sociedad nos mandará un surtido de publicaciones atrasadas en virtud al número de publicadores! (Esto del "surtido" me recuerda los polvorones de la Estepa, allá por Navidad). ¿Tenemos que hacer el pedido nosotros a la Asociación? ¡NOOOOOOOOOOOOOO! ¡Que no nos enteramos, hombre! ¡NO! La Sociedad te lo envía sin que tú lo solicites, aun cuando tengas en abundancia.
Así, por esta regla de tres, los almacenes del Betel de Ajalvir se vaciarán, y los de las congregaciones se podrán hasta los topes..., ¡se van a tener que guardar publicaciones atrasadas, hasta en los aseos del Salón del Reino! ¿Nos enviará La Sociedad todas estas publicaciones atrasadas, gratis? O, ¿contraeremos una 'deuda moral' con La Sociedad por lo que tendremos que vaciarnos los bolsillos para pagar todo estos libros con verdades caducadas..., como de costumbre? ¿Porqué no se dice nada del dinero de estas "colocaciones"? O, ¿se presupone? ¿Tenemos que enviarle dinero a la Asociación por este literatura que nos endilga sí o sí? ¿O pilla el dinero de las cuentas corrientes de las congregaciones directamente? Son muchas las preguntas que asaltan nuestra mente con tanta opacidad financiera de por medio.
Segunda página de la carta:
"El que una publicación no sea reciente no significa que la información que contenga no sea valiosa". ¡Ja, ja, ja! ¡Menudos pillines! ¿Es correcto establecernos el objetivo de "colocar" un libro que contiene enseñanzas caducadas..., pudiendo "engañar" sin querer al lector? Por ejemplo, Las Naciones Sabrán que yo soy Jehová..., ¿Cómo? ¿Tiene este libro alguna verdad caducada?
Pero, no nos equivoquemos, ¡nos todas las publicaciones deben de llegar a todas las personas sin distinción! Nos dan una serie de directrices para que el objetivo no lo coloquemos indiscrinadamente, ¡no vaya a ser que alguien lea lo que no debiera leer!
Una pregunta, ¿porqué no podemos ofrecer a las bibliotecas públicas TODAS las publicaciones que hay en existencia? ¿No sería útil, que estas verdades atrasadas y salvadoras de vidas pudieran estar al alcance de los muchos lectores e investigadores potenciales de estas instituciones públicas? ¿Se intenta "esconder" alguna de estas publicaciones de las bibliotecas públicas? Por ejemplo, el libro que hemos mencionado antes: "Las Naciones Sabrán que yo soy Jehová..., ¿Cómo?". ¿No sería bueno que todas las bibliotecas municipales de España, tuviesen ese libro en sus anaqueles para consulta? Así, la gente podría saber más sobre nuestro cuerpo de enseñanzas proféticas. Además, si todas las naciones se van a enterar de quién es Jehová..., ¿no sería lógico que también se enteren los lectores que van a las bibliotecas? O, ¿con esta discriminación de objetivos, pretendéis que algunas publicaciones no lleguen a un determinado público? Es literatura que salva vidas, pero..., ¡cuidado a quién se la ofrecemos!
Un lema publicitario dice: "¡Yo no soy tonto!". ¡Queremos saber! ¡Queremos transparencia! ¿Estamos, con esta campaña de objetivos, vaciando los almacenes de Betel? ¿Tiene que ver el vaciado de los almacenes de Betel, con la venta del complejo? El futuro próximo nos dirá si los apóstatas estábamos en lo cierto, o no. ¡Tenemos paciencia! ¡Esperaremos el desarrollo de los acontecimientos proféticos!
La Sociedad sabe cuántas publicaciones hay almacenadas en las congregaciones de España, sabe cuántas publicaciones hay almacenadas en el Betel de Ajalvir, pues para eso se hace un inventario anual de publicaciones. Pero, curiosamente, no nos dan ninguna cifra. Igualmente sobre el dinero que se espera recaudar..., ¡silencio absoluto!
ACCIÓN PARA EL POST:
Escribamos una nota y echémosla en la Caja de Contribuciones del Salón del Reino: "Nosotros no hemos pedido estas publicaciones y tenemos de sobra..., no queremos más. Cuando se acaben las que tenemos almacenadas, ya pediremos más. No queremos nada por imposición". Esto o algo parecido, es solo una idea.