http://estaticos.elmundo.es/documentos/2008/06/22/manifiesto.pdf
http://www.libertaddigital.com/noticias/kw/castellano/catalan/gallego/inmersion_linguistica/intelectuales/manifiesto/vasco/kw/noticia_1276333322.html
http://www.elpais.com/articulo/espana/Manifiesto/lengua/comun/elpepuesp/20080623elpepunac_29/Tes
http://www.telecinco.es/informativos/cultura/noticia/40420/Telecinco+se+adhiere+al+Manifiesto+de+la+defensa+del+castellano
Estimados camaradas amantes de la lengua española:
En el día de ayer, en el diario El Mundo, apareció un manifiesto a favor de la lengua española, firmado por intelectuales y artistas de distinto signo político. Es un manifiesto que aboga por el uso de la lengua común que tenemos todos los españoles, ante el acoso y derribo de esta lengua por parte de los nacionalismos periféricos del Estado Español. Os pongo el manifiesto para que, el que lo desee pueda leerlo y añadir su nombre y D.N.I., si considera oportuno apoyarlo. Nadie está obligado... ¡evidentemente!
¡Ahí va el manifiesto, que un servidor apoya y subscribe!:
MANIFIESTO POR LA LENGUA COMÚN
Desde hace algunos años hay crecientes razones para
preocuparse en nuestro país por la situación institucional de la
lengua castellana, la única lengua juntamente oficial y común de
todos los ciudadanos españoles. Desde luego, no se trata de una
desazón meramente cultural –nuestro idioma goza de una pujanza
envidiable y creciente en el mundo entero, sólo superada por el
chino y el inglés- sino de una inquietud estrictamente política: se
refiere a su papel como lengua principal de comunicación
democrática en este país, así como de los derechos educativos y
cívicos de quienes la tienen como lengua materna o la eligen con
todo derecho como vehículo preferente de expresión, comprensión
y comunicación.
Como punto de partida, establezcamos una serie de
premisas:
1) Todas las lenguas oficiales en el Estado son
igualmente españolas y merecedoras de protección
institucional como patrimonio compartido, pero sólo
una de ellas es común a todos, oficial en todo el
territorio nacional y por tanto sólo una de ellas –el
castellano- goza del deber constitucional de ser
conocida y de la presunción consecuente de que
todos la conocen. Es decir, hay una asimetría entre
las lenguas españolas oficiales, lo cual no implica
injusticia (?) de ningún tipo porque en España hay
diversas realidades culturales pero sólo una de
ellas es universalmente oficial en nuestro Estado
democrático. Y contar con una lengua política
común es una enorme riqueza para la democracia,
aún más si se trata de una lengua de tanto arraigo
histórico en todo el país y de tanta vigencia en el
mundo entero como el castellano.
2) Son los ciudadanos quienes tienen derechos
lingüisticos, no los territorios ni mucho menos las
lenguas mismas. O sea: los ciudadanos que hablan
cualquiera de las lenguas co-oficiales tienen
derecho a recibir educación y ser atendidos por la
administración en ella, pero las lenguas no tienen
el derecho de conseguir coactivamente hablantes
ni a imponerse como prioritarias en educación,
información, rotulación, instituciones, etc… en
detrimento del castellano (y mucho menos se
puede llamar a semejante atropello “normalización
lingüística”).
3) En las comunidades bilingües es un deseo
encomiable aspirar a que todos los ciudadanos
lleguen a conocer bien la lengua co-oficial, junto a
la obligación de conocer la común del país (que
también es la común dentro de esa comunidad, no
lo olvidemos). Pero tal aspiración puede ser
solamente estimulada, no impuesta. Es lógico
suponer que siempre habrá muchos ciudadanos
que prefieran desarrollar su vida cotidiana y
profesional en castellano, conociendo sólo de la
lengua autonómica lo suficiente para convivir
cortésmente con los demás y disfrutar en lo posible
de las manifestaciones culturales en ella. Que
ciertas autoridades autonómicas anhelen como
ideal lograr un máximo techo competencial bilingüe
no justifica decretar la lengua autonómica como
vehículo exclusivo ni primordial de educación o de
relaciones con la administración pública. Conviene
recordar que este tipo de imposiciones abusivas
daña especialmente las posibilidades laborales o
sociales de los más desfavorecidos, recortando sus
alternativas y su movilidad.
4) Ciertamente, el artículo tercero, apartado 3, de la
Constitución establece que “las distintas
modalidades lingüísticas de España son un
patrimonio cultural que será objeto de especial
respeto y protección”. Nada cabe objetar a esta
disposición tan generosa como justa, proclamada
para acabar con las prohibiciones y restricciones
que padecían esas lenguas. Cumplido
sobradamente hoy tal objetivo, sería un fraude
constitucional y una auténtica felonía utilizar tal
artículo para justificar la discriminación,
marginación o minusvaloración de los ciudadanos
monolingües en castellano en alguna de las formas
antes indicadas.
Por consiguiente los abajo firmantes solicitamos del
Parlamento español una normativa legal del rango adecuado (que
en su caso puede exigir una modificación constitucional y de
algunos estatutos autonómicos) para fijar inequívocamente los
siguientes puntos:
1) La lengua castellana es común y oficial a todo el
territorio nacional, siendo la única cuya
comprensión puede serle supuesta a cualquier
efecto a todos los ciudadanos españoles.
2) Todos los ciudadanos que lo deseen tienen
derecho a ser educados en lengua castellana, sea
cual fuere su lengua materna. Las lenguas cooficiales
autonómicas deben figurar en los planes
de estudio de sus respectivas comunidades en
diversos grados de oferta, pero nunca como lengua
vehicular exclusiva. En cualquier caso, siempre
debe quedar garantizado a todos los alumnos el
conocimiento final de la lengua común.
3) En las autonomías bilingües, cualquier ciudadano
español tiene derecho a ser atendido
institucionalmente en las dos lenguas oficiales. Lo
cual implica que en los centros oficiales habrá
siempre personal capacitado para ello, no que todo
funcionario deba tener tal capacitación. En locales
y negocios públicos no oficiales, la relación con la
clientela en una o ambas lenguas será discrecional.
4) La rotulación de los edificios oficiales y de las vías
públicas, las comunicaciones administrativas, la
información a la ciudadanía, etc…en dichas
comunidades (o en sus zonas calificadas de
bilingües) es recomendable que sean bilingües
pero en todo caso nunca podrán expresarse
únicamente en la lengua autonómica.
5) Los representantes políticos, tanto de la
administración central como de las autonómicas,
utilizarán habitualmente en sus funciones
institucionales de alcance estatal la lengua
castellana lo mismo dentro de España que en el
extranjero, salvo en determinadas ocasiones
características. En los parlamentos autonómicos
bilingües podrán emplear indistintamente, como es
natural, cualquiera de las dos lenguas oficiales.
Firmas (orden alfabético): Mario Vargas Llosa, José Antonio
de la Marina, Aurelio Arteta, Félix de Azúa, Albert Boadella,
Carlos Castilla del Pino, Luis Alberto de Cuenca, Arcadi
Espada, Alberto González Troyano, Antonio Lastra, Carmen
Iglesias, Carlos Martínez Gorriarán, Jose Luis Pardo, Alvaro
Pombo, Ramón Rodríguez, Jose Mª Ruiz Soroa, Fernando
Savater, Miguel Delibes, Arturo Pérez-Reverte, Antonio Gamoneda, Martín Casariego, Francisco Brines, Carmen Posadas, Rafael Canogar, Luis Feito, Gustavo Torner, Eduardo Arroyo, Carlos Castilla del Pino, Telecinco, Francisco Rodríguez Adrados, Gregorio Salvador, Valentín García Yebra, Manuel Seco, Cristóbal Halfter, Telemadrid, Carmen Ferreras, Plácido Domingo, Ana María Matute, Antonio Fernández Alba, Carmen Iglesias, Antonio Mingote, Francisco Rodríguez Adrados, José María Merino, Eduardo García de Enterría, Fanny Rubio, Andrés Amorós, Ramiro Pinilla, Iñaki Ezquerra, Juancho Armas Marcelo, Raúl Rivero, Jesús Ferrero, Irene Gracia, Miguel García-Posada, García de Cortázar, Hugo O'Donnell, Pedro Miguel Lamet, Manuel Fernández Álvarez, Carmen Sanz Ayán, Luis Miguel Enciso, José Manuel Blázquez, Manuel Jesús González, Vicente Palacio Atard, Gonzalo Anes, Alberto Schommer, Miquel Navarro, Agustín Ibarrola, Kosme de Barañano, Eduardo Serra, Ernesto Caballero, Enrique Cornejo, Luz Casal, 'El Lebrijano', Abraham García, Purificación García, Roberto Verino, Luis Francisco Esplá, Joselito y Cayetano Rivera Ordóñez, Santiago Grisolía, Margarita Salas, César Nombela, José Manuel Sánchez Ron, Antonio Ruiz de Elvira, Joaquín Araújo, Manuel Toharia, Odile Rodríguez de la Fuente, Enrique Cerezo, Quique Setién, Gregorio Manzano, Mayte Martínez, Abel Antón, José Luis González, Javier Imbroda, Pedro Delgado, Óscar Pereiro, Manuel Martínez, Ángel Nieto -con Pablo, Gelete y Fonsi-, Alfonso Reyes, Amaya Valdemoro, José Javier Hombrados, Luis Aragonés, Alejandro Blanco, José María García, Iker Casillas, Fernando Hierro, Manuel Velázquez, Ángel María Villar, Jorge Carretero, Pedro Ferrándiz, Agatha Ruiz de la Prada, Miguel Palacio, Fernando Lemoniez, Iván Martínez e Inés Aguilar, Antonio Pernas, Carla Royo Villanueva, Béatrice d'Orleans, Nati Abascal, Luis Antonio de Villena, Antonio Pereira, José Angel Mañas, Antonio Gómez Rufo, Jesús Torbado Carro, Emilio Gutiérrez Caba, Nati Mistral, Pedro Pérez, Ana Rosa Quintana, Adolfo Suárez Illana, Manuel Jesús González Acace, Rubén Moreno, Carlos Simón, Miguel Blesa, Gonzalo Pascual, Alfonso Cortina, Claudio Boada, José María Llodrá, Joaquín Rivero e Ignacio López del Hierro, los cinco sindicatos del Cuerpo de Policía, Federación de Asociaciones de Catedráticos de Universidad, Carmen Arasa Median, la Asociación de Mujeres para la Democracia de Pinto, Miriam Rabaneda, Alfonso Ussía
Para añadir nuestro apoyo, dirigirse a cualquiera de los siguientes links:
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/06/24/espana/1214271917.html#formulario
http://www.libertaddigital.com:6680/fragmentos/form_manifiesto_lengua_comun.php
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/06/30/espana/1214862949.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/07/04/espana/1215141158.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/07/04/espana/1215181439.html
Reconozco que esto de participar en la vida pública, es algo extraño y raro para los que hemos recibido una formación watchtoweriana. Respetamos cualquier opinión, pero, también, creemos que podemos defender legalmente lo que creemos justo... no podemos permanecer impasibles a todo cuanto acaece a nuestro alrededor, todavía vivimos en este mundo.