La Conmemoración... ¿reunión comercial?

Estimados camaradas en la diáspora:

El aniversario de La Última Cena de nuestro Señor Jesucristo se acerca. Un hecho trascendente y significativo para todo cristiano. Lamentablemente, de nuevo, la Watch Tower... "donde pisa no crece la hierba" o, lo contrario del rey Midas que "todo lo que tocaba lo convertía en oro". Lo único que mandó explicitamente el Señor a los cristianos... lo pervierten y lo plastifican y, hacen de algo sagrado, cosa digna de Disneyland. ¡Pero así de original es la Watch Tower...que en su pretensión de ser originales... no conocen límites!

La mayoría de personas que asistirán a la Conmemoración en los Salones del Reino, irán mayoritariamente por un sentimiento de respeto --también algún marido mundano irá por complacer a su mujer, ante la insistencia de ella... cosa que ella jamás haría por él... ¡así nos hace la verdad--. Lo malo de todo esto, es el objetivo de la Watch Tower al organizar esta reunión anual --ajenos a los sentimientos de la gente-- interesados siempre y perpetuamente en los números... en las cifras... ¡les apasionan los números... los balances de lo que sea... pero de números!

El primer error mayúsculo que cometen esta pandilla de indocumentados metidos a profetas de fin de semana, es el reservar la participación de pan y del vino a la exclusividad de los "ungidos" --sólo para ellos... "sólo para sus ojos"--, cuando el Maestro repartió el pan y el vino con todos los que estaban con él aquella noche... y lo mandó a todos los cristianos.

El segundo, y no menos importante, "aprovechar la ocasión para vender el producto"... algo que desmerece, y mucho, esta ocasión sagrada. Esa noche únicamente se debería de hablar de Jesús, su Padre y la esperanza cristiana para la humanidad.

La figura de Jesús es atrayente, lo atestiguan la cantidad de personas que profesan fe en él, ahora, y a lo largo de la historia. Sí, si se hablara más de lo que enseñó Jesús en el Sermón del Monte y, menos, del: rey del norte y del sur, procedimientos y sujeción teocráticos y organizacionales y, de tantos números: horas, revisitas, estudios bíblicos, folletos, libros, revistas, dinero, etc., otro gallo cantaría.

Pero, aquí, lo que más interesa es analizar las cifras de asitencia a la Conmemoración para hacer hipotéticas previsiones sobre crecimiento en el número de testigos de Jehová en el mundo... desde un punto de vista empresarial. Aquí poco se habla de lo que Jesús se enseñó. Lo único que se hace es magnificar y mitificar al inidentificable y etéreo "esclavo fiel y discreto", que no es otra cosa que el que manda absolutamente en todo y al nombre de quien están registradas todas las propiedades de Salones del Reino y Sucursales de todo el mundo... el Cuerpo Gobernante... ¡llamemos a las cosas por su nombre y dejémonos de eufemismos baratos!

Resumen: una ocasión espléndida para reflexionar en Jesús y lo que su venida supuso para la humanidad... desperdiciada y convertida en una reunión de negocios.