Desde las antípodas, Nueva Zelanda, nos llegan noticias teocráticas. Un juez ordena a una madre limitar la exposición de sus hijos al culto religioso que profesa ella. Como resulta que la madre pertenece a la misma confesión religiosa que nosotros, nos hacemos eco de esta noticia que --por enésima vez-- está en inglés. ¡Menos mal que el Topo Ajalvireño se dedica al trabajo de traducción en el páramo y después se apunta las horas en el informe mensual de predicación! ¡Menudo precursor!...
EL JUEZ IMPIDE QUE VAYAN AL LUGAR DE CULTO LOS HIJOS DE UNA TESTIGO DE JEHOVÁ
16 de diciembre de 2014
Un juez ha impedido que los hijos de una testigo de Jehová vayan al lugar de culto y asistan a reuniones de los Testigos y les ha autorizado a asistir a celebraciones de cumpleaños y a celebrar la Navidad.
El fallo de la Tribunal Supremo, que se ha dado a conocer hoy, es el resultado de la apelación de unos padres contra la Sala de lo Familiar del Tribunal Supremo con respecto a los detalles de la custodia.
El juez Justice Brendan Brown dijo que su fallo "reducirá" la exposición de los niños a las creencias religiosas de la madre. No obstante, él reconoce que el fallo está "en descuerdo" con los deseos de los niños.
Después que los padres se separaron en el año 2010, la madre se hizo "miembro de los testigos de Jehová", indica el dictamen.
Sin el conocimiento del padre, ella introdujo en el culto a sus hijos de 4 y 6 años.
Un fallo de la Sala de lo Familiar, por el juez Paul Geoghegan, ordenó que la tarea de cuidar de los niños correspondería principalmente en el padre, y el juez puso limitaciones a la participación de los niños en las actividades de los testigos de Jehová.
Ambos padres apelaron contra este fallo buscando directrices precisas sobre la participación de los niños en dicho culto religioso.
La madre dijo al tribunal que ella no asistiría al concierto donde tocaba la hija, porque este se celebraba en la Iglesia Bautista.
Ella tampoco asistió a la entrega de premios del club de fútbol de su hijo, ya que tenía que asistir a un servicio religioso en el Salón del Reino.
Los niños le dijeron al juez Justice Brown que si no les permitía adorar a Jehová por medio de participar en los servicios religiosos, ellos se sentirían "enojados" y "tristes".
"De hecho, desde mi punto de vista, sería contraproducente y posiblemente destructivo fallar de otra manera". No obstante, consideró que la implicación (de los niños en los servicios religiosos) debía limitarse, "... los niños no deberían asistir a las reuniones de los testigos de Jehová o participar en las actividades de la entidad religiosa incluyendo seminarios (escuelas) y predicación pública".
"Admito que tales limitaciones están en desacuerdo con los deseos de los niños".
"Sin embargo, la evidencia me persuade que en aras del bienestar y los mejores intereses de los niños exige que haya una menor intensidad en la exposición a las creencias religiosas de la madre".
Ellos podrán disfrutar del estudio de la Biblia, visionar películas y leer publicaciones de la Watchtower cuando estén en el domicilio de la madre, dijo el juez Justice Brown.
Los niños también podrán participar en fiestas de cumpleaños, celebrar la Pascua y la Navidad, todas las cuales están prohibidas para los testigos de Jehová.
http://www.nzherald.co.nz/nz/news/article.cfm?c_id=1&objectid=11375208
Fin de la traducción apóstata.
Transcripción del fallo judicial: https://jwleaks.files.wordpress.com/2014/12/moore-v-moore-jehovahs-witness-high-court-judgment-15-december-2014.pdf |
Un servidor ha sido testigo de Jehová desde niño por lo que puedo hablar con propiedad. Sé lo que significa --y lo he sufrido en mis carnes-- para un niño excluirte socialmente, por imposición de las directrices de la confesión religiosa, de toda fiesta o celebración o actividad extraescolar..., ¡un drama! No soy psicólogo pero me atrevería a decir que deja una marca indeleble en la mente y la personalidad del niño para el resto de su vida. Pero, como siempre podrá venir un agente Watch a sueldo a desmentir mis impresiones y opiniones; lo documento.
Por lo tanto, os remitiré al Diccionario Etimológico Watchtoweriano-Español, donde cito literalmente de algunos pasajes de las publicaciones de nuestra entidad religiosa del notorio arraigo y olé. ¡Va por ustedes!:
Actividades extraescolares: El miembro de la confesión religiosa de los testigos de Jehová: nace, crece, se reproduce y muere por y para un único objetivo: servir a los intereses del ente religioso, ¡que normalmente no coinciden con los del cándido individuo! La familia, los estudios académicos y la vida profesional, son sólo medios secundarios que permiten al individuo ser independiente económicamente para poder trabajar y producir para la entidad religiosa: distribuyendo sus publicaciones por los domicilios y en las calles, sin olvidarse de pedir a los transeúntes un donativo en metálico para la etérea Obra Mundial, que no es otra cosa que los intereses financieros del Cuerpo Gobernante y los anónimos 500 accionistas que componen la entidad que representa legalmente a los testigos de Jehová. Por este motivo, las actividades extraescolares, son una distracción imperdonable para el niño-ministro religioso de esta comunidad. Los niños, como los adultos: nacen, se reproducen, respiran, existen y mueren por y para predicar las buenas nuevas del Reino, o sea, para incrementar el patrimonio del ente que gestionan los todopoderosos miembros del Cuerpo Gobernante. Todo lo que exceda de la obligatoriedad que impone el “César” (las leyes obligatorias que rigen en un país sobre la educación de los niños), es un lujo que no puede permitirse el niño “cristiano”, que quiere conseguir la aprobación de Dios y labrarse un porvenir dentro de la comunidad religiosa. Por este motivo, es rarísimo --tanto como las sirenas-- encontrar un niño Testigo participando o federados en clubes deportivos, o participando en actividades extraescolares. ¡Nada de perder el tiempo precioso que pertenece a Jehová en actividades inútiles fuera del horario escolar, o de mezclarse con los niños mundanos que están gobernados por Satanás y, por lo tanto, no son una buena compañía!
Actividades extracurriculares
Los testigos de Jehová creen que en la vida debe haber más que solo estudio y trabajo. El tener algún ejercicio y recreo durante las horas escolares suministra una pausa y refrigerio que son necesarios. Pero usted quizá haya notado que la mayoría de los jóvenes Testigos no participan en actividades extracurriculares auspiciadas por las escuelas. Una breve explicación puede ayudarle a entender nuestros puntos de vista sobre este asunto.
Las familias de Testigos ya siguen un programa de actividades que tiene como centro su adoración. […] Sin embargo, al mismo tiempo los padres Testigos piensan que con frecuencia las escuelas dan demasiado énfasis a los deportes. Por eso, en la educación que dan a sus hijos, los padres tratan de moderar el énfasis que se da al logro atlético. Esperan que sus hijos deseen seguir carreras de ministros de Dios, no de atletas. Por eso, en cuanto a las horas que sus hijos tienen después de la escuela, los padres Testigos los estimulan a darlas principalmente al desarrollo de intereses espirituales, más bien que a sobresalir en algún deporte.
Creemos que la participación en los deportes organizados expondría a los jóvenes Testigos a asociaciones malsanas. También creemos que el espíritu de competición de los deportes modernos —la ideología de que ‘el ganar no lo es todo, sino lo ÚNICO que se debe procurar’— tiene efectos dañinos. Por eso, si los jóvenes Testigos tienen necesidad de recreo adicional, sus padres los estimulan a buscar tal recreo con compañeros de creencia, sí, “junto con los que de corazón limpio invocan al Señor”. (2 Timoteo 2:22.)
Directores de vítores y reinas de belleza: En los eventos atléticos las personas que dirigen los vítores de los partidarios de los equipos tienen la responsabilidad de iniciar los frenéticos vítores de la muchedumbre a favor de una escuela. También estimulan a las personas a adorar héroes y las dirigen en ponerse de pie para el himno estudiantil. Los testigos de Jehová consideran impropio el hacer esto. De manera similar, creemos que el que una joven Testigo sirviera de reina de belleza violaría principios bíblicos que muestran que es impropio glorificar a criaturas humanas. (Romanos 1:25; Hechos 12:21-23.)
Bailes escolares: Como sucede en el caso de los deportes, el bailar también puede ser una actividad sana, saludable. Está claro que Jesucristo aprobaba esta actividad, puesto que mencionó el baile como parte de una celebración apropiada cuando dio la ilustración acerca del hijo pródigo (Lucas 15:25). Sin embargo, usted quizá haya notado que los jóvenes Testigos por lo general no asisten a bailes auspiciados por la escuela, tales como bailes de gala para los que están en su último o penúltimo año de escuela. ¿Por qué?
Esto principalmente se debe al mal ambiente que por lo general existe con relación a los bailes escolares. Es cosa común que se fume, se abuse de las bebidas alcohólicas, se usen drogas, y también se participe en escandalosa conducta sexual. Por eso, la persona que asiste a estos bailes se ve casi inevitablemente en medio de compañía malsana. En vista de eso, en armonía con la amonestación de estar en actividades “junto con los que de corazón limpio invocan al Señor”, es costumbre de los testigos de Jehová evitar los bailes escolares.
Citas: Últimamente, en muchos lugares el concertar citas ha llegado a ser una forma común de recreación. Hasta jovencitos a principios o mediados de la adolescencia suelen concertar citas. Se los puede ver cerca de la escuela tomados de las manos, besándose o hasta haciendo cosas que van más allá de eso. Los padres Testigos no creen que es propio que sus hijos que todavía son demasiado jóvenes para casarse se aíslen con un miembro del sexo opuesto y participen en la conducta que generalmente se asocia con el concertar citas.
Clubes escolares: Puede ser que estudiantes que tienen intereses similares deseen compartirlos como miembros de clubes escolares. Suele suceder, sin embargo, que estos clubes sirvan principalmente para actividades sociales. Y se ha notado que el participar en tales actividades con ciertos grupos de estudiantes por lo general conduce a comportamiento inmoral. En vista de esta posibilidad, creemos que los que piensan unirse a un club escolar deben considerar cuidadosamente el asunto antes de hacerlo.
Preguntas importantes que los jóvenes Testigos y sus padres considerarían son éstas: ¿Están limitadas a las horas escolares las actividades del club? ¿Están esas actividades bajo cuidadosa supervisión escolar? ¿Habrá de exigir el pertenecer al club que después de las horas escolares se dedique a él tiempo que pudiera emplearse mejor en actividades de familia o de la congregación? Al fin y al cabo, los padres Testigos tienen la responsabilidad de decidir a qué clubes u organizaciones escolares, si a algunos, permitirán que se unan sus hijos.
Dramatizaciones escolares: Los testigos de Jehová no tienen objeción alguna a la representación dramática en sí misma. Una parte prominente de nuestros programas de las asambleas de distrito consiste en dramas bíblicos. Sin embargo, los padres Testigos dan consideración a varios factores antes de decidir si han de permitir que sus hijos participen en alguna representación dramática escolar. Por ejemplo: ¿Está en armonía con los principios bíblicos lo que se pinta en el drama? Los jóvenes Testigos no participarían en un drama que apoyara tácitamente normas morales que la Biblia condena. Además, hay que considerar el tiempo que tomaría el ensayar las escenas, y la posibilidad de que los niños se vean envueltos con compañía que no sea buena. Por eso, los padres de los jóvenes Testigos, al decidir si éstos han de participar o no en una representación teatral, darán cuidadosa consideración a estos factores.
Donaciones de sangre y de otro tipo: De vez en cuando, en muchas escuelas se pide que los estudiantes hagan donaciones a una causa u otra. A veces se pide sangre para emplearla en transfusiones. Sin embargo, lo que entendemos del mandato bíblico de que nos ‘abstengamos de sangre’ es que la sangre no debe comerse ni usarse de ninguna otra manera. Por tanto, como asunto de conciencia, ni damos ni aceptamos sangre. (Génesis 9:4-6; Levítico 17:10-14; Hechos 15:19, 20, 28, 29.)
Por razones que ya hemos considerado en este impreso, en los casos en que se solicita dinero para alguna causa política o con relación a algún día festivo religioso o una celebración religiosa, los Testigos de Jehová no contribuirían. Tampoco participaríamos en loterías, juegos de azar ni otra actividad de tal índole. Sin embargo, con relación a otras cosas se puede tomar una decisión personal respecto a si se contribuye o no, según las circunstancias. Por ejemplo, si un compañero de escuela ha resultado herido o está enfermo y se hace una colecta para comprarle flores u otro regalo, con gusto los Testigos participan en dar según los recursos que tengan para ello. (Hechos 20:35.) La Escuela y los Testigos de Jehová (1983), páginas 22-25.
Las actividades después de clase
Los jóvenes cristianos no deben dejar que ninguna actividad los lleve a descuidar el servicio a Dios. ¿Has encontrado tú ese equilibrio? Si así es, te felicitamos: vas camino del éxito.
Algunos, sin embargo, se entregan con pasión a actividades que tienen lugar fuera de horas de clase, sea en su centro educativo o en algún otro lugar. Aunque lo que hagan no sea necesariamente malo, deberían preguntarse: “¿Cuánto tiempo me consume? ¿A qué compañías, ambientes y actitudes me expone? ¿Podría convertirse en el centro de mi vida?”. Uno puede obsesionarse tanto con una afición que no le queden apenas tiempo ni energías para Dios. Sin duda, es muy importante tener claras las prioridades (Efe. 5:15-17).
Pensemos en el caso de Stefan. “Cuando tenía 12 años —relata—, me uní a un equipo de voleibol. Gané muchos premios y medallas, y tuve la oportunidad de convertirme en una estrella del deporte.” No obstante, se dio cuenta de que aquello lo estaba perjudicando espiritualmente. Por ejemplo, andaba tan cansado que se quedaba dormido leyendo la Biblia. Además, participaba con pocas ganas en el servicio del campo. “El deporte —señala— me dejaba sin fuerzas y, de hecho, estaba afectando mi amor por la verdad. Sabía que no estaba dando lo mejor de mí.” La Atalaya, 15 de junio de 2011, página 29.
Se dice que en muchas escuelas las actividades extracurriculares no son obligatorias. Pero en realidad hay maestros y estudiantes que ejercen mucha presión en los jóvenes para que participen en ellas. Una cristiana de 20 años descubrió una buena manera de manejar esa clase de presión. Dice: “Fui precursora auxiliar durante mis años de secundaria. Todos sabían que estaba demasiado ocupada en mis actividades religiosas para participar en otras”. La hermana menor de esta Testigo hizo lo mismo. Algunos jóvenes cristianos que han sido precursores auxiliares mientras asisten a la escuela pasan directamente al servicio de precursor regular como proclamadores del Reino en servicio de tiempo completo cuando terminan su educación escolar. La Atalaya, 15 de julio de 1991, páginas 24 y 25.
Peligros espirituales
Puede que no te des cuenta de que las actividades extracurriculares están fuera de control sino hasta que ya estés en aprietos. Y cuando esto sucede, ¡algo más que tus calificaciones puede ser afectado! Un cristiano, al mirar retrospectivamente a sus años de adolescencia, dice: “Pensé que podía armonizar tres actividades: las tareas escolares, las prácticas con el equipo de pista y campo, y las actividades espirituales. Pero cada vez que las tres confligían, sacrificaba el aspecto espiritual de mi vida”.
El joven Themon, que formaba parte de dos equipos deportivos de la escuela, concuerda con esto: “No podía asistir a las reuniones en el Salón [del Reino] [para recibir instrucción espiritual] por el hecho de que los martes, los jueves y los sábados salíamos de la ciudad y no regresábamos sino hasta las dos de la mañana”.
Ambos jóvenes lamentan haber descuidado la importancia de recibir instrucción espiritual. Aunque “el entrenamiento corporal es provechoso para poco”, es vital recordar que “la devoción piadosa es provechosa para todas las cosas”. (1 Timoteo 4:8.) El tener presente el valor limitado del ejercicio físico y el beneficio superlativo de la devoción piadosa te ayudará a tomar decisiones equilibradas relacionadas con las actividades extracurriculares. El principio aplica también a los clubes de tipo académico. Nada puede superar el beneficio de la devoción piadosa.
El peligro espiritual no se limita al factor del tiempo que consumen las actividades extracurriculares. Piensa también en los peligros morales. ¿Te estarás asociando con amistades sanas que ejerzan buena influencia moral en ti? ¿Cuál será el tema de las conversaciones? ¿Te afectará adversamente la influencia de los compañeros de equipo o de los miembros del club?
Una cucharada de vinagre, la cual no cambiaría el sabor de un cubo de agua, podría cambiar el sabor de un vaso de agua. Lo mismo puede ser cierto respecto a la influencia que ejercen los estudiantes de reputación dudosa. Aunque su influencia tal vez no se sienta al solo estar con ellos en la misma escuela o en el mismo salón de clases, su influencia se hace sentir más en un equipo atlético o en un club donde la esfera de asociados es limitada y tratas con ellos a nivel social.
Piensa en Samuel, quien vivió en el Israel de la antigüedad. Tenía el privilegio de servir en el tabernáculo. Los notorios hijos de Elí, el sumo sacerdote, también servían allí. Samuel pudo haberse unido a ellos y haber hecho mal uso del tiempo que disponía después de su servicio. Pero después de mencionar la mala conducta de los hijos de Elí y sus servidores, la Biblia dice: “Y Samuel estaba ministrando delante de Jehová”. Evidentemente Samuel no participaba en las actividades de los hijos de Elí después del trabajo. Eso resultó en que Samuel continuara “creciendo y haciéndose más agradable, tanto desde el punto de vista de Jehová como del de los hombres”. (1 Samuel 2:12-18, 21, 26.)
Al igual que Samuel, tú puedes hacer buen uso del tiempo. ¿Qué hay de usar tu tiempo para ayudar a otros espiritualmente? Es interesante que algunos jóvenes entre los testigos de Jehová de Japón empiezan a hacer del ministerio su carrera mientras todavía están en la escuela. Compran tiempo antes y después de las clases para ayudar a otros a conocer al Creador. (Colosenses 4:5.) De seguro no querrás perderte el gozo y las bendiciones que resultan de estas actividades extracurriculares .¡Despertad! 8 de diciembre de 1986, página 18.
¿Qué puede decirse de los bailes escolares y, en especial, del baile de fin de curso? Puede que algunas de esas ocasiones estén bien organizadas y supervisadas, de modo que sean relativamente tranquilas. Quizás no se fomente conducta pendenciera, y se controle de inmediato en caso de producirse. Pero tras la atractiva y encantadora fachada de muchos de esos bailes —por no decir de la mayoría—, con frecuencia se esconde un espíritu de desenfreno. Un adolescente dijo a ¡Despertad!: “Hay mucha inmoralidad sexual y excesos en la bebida”. Aunque quizás no se permita oficialmente el consumo de bebidas alcohólicas, puede que en los baños, las escaleras y los aparcamientos haya jóvenes que abusen del alcohol. […]Pero muchas veces los verdaderos problemas surgen después de la fiesta. “Algunos se van a un hotel o a casa de alguien”, dice Tanya. Yolanda añade: “Se espera que te pases ahí toda la noche. Forma parte de la tradición”. Drogas, alcohol y relaciones sexuales pueden ser parte también de la tradición del baile de fin de curso. Sin embargo, al día siguiente, el joven o la joven puede amanecer con remordimientos de conciencia, falta de amor propio y el temor a un embarazo... o a haber contraído sida. ¡Despertad!, 8 de marzo de 1993, páginas 20 y 21.
2. ¿Con qué tipo de gente me relacionaré? Si sobresales en algún deporte, es posible que tus compañeros y profesores te presionen para que te unas al equipo escolar. Quizá hasta tú mismo desees hacerlo. Un joven cristiano llamado Mark dijo: “Me parecía injusto que mis padres no me dejaran estar en el equipo de la escuela”. En vez de tratar de convencer a tus padres, piensa en todo lo que implicaría unirte al equipo. Por un lado, los entrenamientos y los partidos suelen programarse fuera de horas de clase. Si te va bien, te animarán a que les dediques más tiempo. Y si te va mal, tú mismo querrás entrenar más. Por otro lado, es fácil que uno se haga muy amigo de los miembros del equipo, pues comparte con ellos tanto la alegría de los triunfos como el dolor de las derrotas. Así que pregúntate: “¿Me convendrá dedicar tanto tiempo a algo que podría llevarme a desarrollar una amistad estrecha con quienes no tienen mis mismos valores?” (1 Corintios 15:33). “¿Qué estoy dispuesto a sacrificar solo por jugar en cierto equipo?”.
3. ¿Cuánto tiempo y dinero tendré que dedicar a este deporte? La Biblia recomienda que nos “asegur[emos] de las cosas más importantes” (Filipenses 1:10). Algo que te ayudará a aplicar este consejo es preguntarte: “¿Me quitará tiempo que debo dedicar a las tareas escolares o a las actividades de la congregación? ¿Cuánto me va a costar en total? ¿Me puedo dar ese lujo?”. Estas preguntas te ayudarán a ordenar tus prioridades. Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (2008), volumen 2, página 265.
Piensa también con cuidado en los posibles resultados de pasar muchas horas con jóvenes y adultos que no comparten tus puntos de vista sobre la moralidad, el habla y la competencia. La Biblia dice que “las malas compañías echan a perder los hábitos útiles”. (1 Corintios 15:33.) Por ejemplo, fíjate en lo que dijo un artículo de la revista The New York Times: “El vestuario [...] es un lugar donde los hombres hablan del cuerpo de la mujer en términos sexuales muy explícitos, donde presumen de sus experiencias sexuales y bromean acerca de golpear a las mujeres”. ¿Cómo te iría espiritualmente si decidieras estar en un ambiente así? (Compáralo con Santiago 3:18.)¡Despertad!, 22 de marzo de 1996, página 22.
Por supuesto, es posible que en horas de clase, y como parte del programa de estudios, se provea un poco de entrenamiento deportivo, y por lo general no hay objeción a que un joven cristiano asista a tales clases. Además, las circunstancias varían en diferentes países. Sin embargo, los jóvenes testigos de Jehová suelen evitar la participación en los deportes escolares que no formen parte del programa de estudios. Esto no significa que tú, como joven cristiano, no puedas disfrutar de los deportes. Lo que significa es que posiblemente tengas que tomar ciertas medidas. ¡Despertad!, 22 de junio de 1991, página 16.
Es cierto que no todas las reuniones para animar al equipo son violentas, como tampoco lo son todas las competiciones deportivas. De todas formas, aun si domina una cierta sobriedad, ¿es apropiado que el cristiano entone cánticos que revelan lealtad fanática, o incluso idólatra, a una escuela o equipo? (Compárese con Éxodo 20:5.) ¿Es compatible el gritar eslóganes provocativos con el consejo de Efesios 4:29, 31? Allí dice: “No proceda de la boca de ustedes ningún dicho corrompido [...]. Que se quiten toda amargura maliciosa y cólera e ira y gritería y habla injuriosa, junto con toda maldad”. ¿Te ayudará a cultivar el fruto del espíritu de Dios, que incluye la “apacibilidad” y el “autodominio”, el que asistas a esas concentraciones tan emocionales?(Gálatas 5:22, 23.) ¿O no fomentará, más bien, un espíritu impío de feroz competición? (Compárese con Filipenses 2:3.)¡Despertad!, 8 de febrero de 1992, página 13.
Ajedrez: Juego estigmatizado por la confesión religiosa por su naturaleza “bélica” y por provocar “pasiones violentas” en quienes lo juegan…,¡el surrealismo al poder! Si te gusta jugarlo, cierra el pico y mejor que nadie se entere:
Algunos jugadores de ajedrez han reconocido el daño que puede resultar de jugar el juego. Según la Encyclopædia Britannica, el reformador religioso “Juan Huss, . . . cuando estuvo en prisión, deploró el haber jugado al ajedrez, con lo cual había perdido el tiempo y corrido el riesgo de llegar a ser presa de pasiones violentas.”
La extrema fascinación del ajedrez puede resultar en consumir grandes cantidades del tiempo y atención de uno a costa de otros asuntos de más importancia, lo cual evidentemente es una razón por la que Huss se lamentó de haber jugado el juego. Además, al jugarlo se corre el peligro de estar “promoviendo competencias unos con otros,” hasta desarrollar hostilidad hacia otro, algo que la Biblia advierte que los cristianos deben evitar.
También, quizás los adultos no consideren apropiado que los niños jueguen con juguetes de guerra, o en juegos de naturaleza militar. ¿Es consistente, entonces, que ellos jueguen un juego reconocido como, en la opinión de algunos, el “equivalente adulto e intelectual de las maniobras que representan los niños con soldados de juguete”? ¿Qué efecto tiene en realidad sobre uno el jugar al ajedrez? ¿Es un efecto saludable? ¡Despertad! 8 de julio de 1973, página 19.
Artes marciales: El testigo de Jehová no puede aprender técnicas de defensa personal ni participar en deportes de artes marciales. Si alguno se atreve a desobedecer a la Sociedad, entonces los ancianos de congregación deberían retirarle los privilegios en la congregación, lo que a su vez, le dejaría en una posición de “apestado socialmente” en el ámbito de la comunidad religiosa. Practicarlas equivale a profesar una religión falsa, ya que estas artes están relacionadas con el: budismo, taoísmo y confucianismo. Además, estas artes tienen un origen demoníaco, y quienes las practican alcanzando grados superiores, pueden acabar dominados por los demonios…, ¡lo cual explicaría las proezas increíbles que lograr realizar! Por lo tanto, en las publicaciones de la confesión religiosa, se relaciona las artes marciales con los fenómenos paranormales, y estos últimos con los demonios: existiendo una conexión entre la tabla Ouija y el aikido.
Un examen más estrecho del judo, aikido y karate da a los cristianos otras fuertes razones para no buscar entrenamiento en estas artes marciales. Una en particular es su estrecha relación conexión con elementos de la religión falsa. Los cristianos reconocen que el llamado “aiki” o “ki” no es otra cosa que el poder de los demonios invisibles. Prescindiendo de que este poder se manifieste frecuentemente en estas artes o no, los cristianos desean alejarse tanto como sea posible de cualquier cosa con la que esté enlazado el demonismo. Por lo tanto, los cristianos verdaderos querrán alejarse del judo, aikido y karate. ¡Despertad!, 8 de junio de 1965, página 14.
Hay, por ejemplo, maestros en las artes marciales que ejercen lo que llaman el poder ki. La revista de artes marciales Black Belt (Cinturón negro) da la siguiente instrucción: “Aprenda a hacer fluir su ‘ki’ o su mente concentrándose en el Solo Punto [el bajo abdomen] y extienda el brazo”. “Pretenda que el agua o la fuerza emana del Solo Punto a través de su brazo y dedo.”
“Mientras uno continúe entrenando su ‘Ki’ —dice la revista Black Belt—, sus estudiantes nunca le sobrepasarán. El maestro Morihei Uyeshiba, fundador de Aikido [una de las artes marciales] cuenta con más de ochenta años, pero todavía no hay quien se le enfrente. Es capaz de arrojar al suelo de una vez a veinte hombres fuertes. A medida que envejece aumenta más y más su fortaleza. [...] El ‘Ki’ debe aceptarse como una añadidura a los cinco sentidos.”
Pero ¿es en realidad la mente humana la fuente de ese poder extraordinario? ¿Permite a las personas realizar hazañas que carecen de explicación científica? Considere, pues, un caso en conexión con las actividades de duendes ocurrido en Enfield, Londres, Inglaterra, investigado por la Sociedad para Investigaciones Parasíquicas. Brian Inglis, autor de varios libros sobre lo paranormal, explica: “Los golpeteos misteriosos, el movimiento y la rotura de los muebles suceden con frecuencia por varias semanas a la vez, y esto permite a los investigadores convertir el local, hasta cierto punto, en un laboratorio con una variedad de complejas grabadoras”. ¡Despertad!, 22 de agosto de 1986, página 7.
13 Sin embargo, para defenderse particularmente, ¿no podría el cristiano entrenarse en las artes marciales, como el arte chino de Kung fu? Debe tomarse en cuenta que este arte oriental sumamente mortífero fue desarrollado hace más de 1.400 años por monjes budistas del Monasterio de Shaolin, en las laderas de Songshan, uno de los montes sagrados de la China. De esta fuente religiosa provinieron también las artes marciales de Japón... el Bushido, que literalmente significa: “Camino del guerrero”. Muchos expertos en las artes del judo, kendo y karate todavía se inspiran de la meditación religiosa. El karate tiene como objetivo incapacitar a la víctima, lo cual puede resultar en daño grave o muerte. ¡Ciertamente los que confían en Jehová no recurrirían a las artes marciales para defenderse! […] 16 Algo semejante sucede si algún testigo de Jehová insiste en portar o tener armas de fuego para protegerse contra otras personas, o si insiste en aprender las artes marciales. Los ancianos espirituales deben tomar medidas, inmediatamente, para darle consejo y ayudarle a remediar la situación (Miqueas 4:3). Cualquiera que, así, continúe llevando armas personales, o de cualquier otra manera se equipe para hacerse “un golpeador”, dejaría de satisfacer los requisitos para tener privilegios especiales en la congregación. (1 Timoteo 3:2, 3.) La Atalaya, 1 de noviembre de 1983, página 24 y 25.
La Biblia dice también: “Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres” (Romanos 12:18). La aplicación de estos principios en nuestra vida también afecta la actitud que manifestamos hacia otras formas de combate. Entre éstas están las artes marciales, tales como el yudo, el karate y el kendo, así como el boxeo y la lucha libre. Aunque algunos llamen deportes a estas actividades, nosotros consideramos que la participación en ellas es entrenamiento con el propósito de pelear contra otros o causarles daño. Por consiguiente, los testigos de Jehová no participan en tales actividades de combate. Aunque los jóvenes Testigos piden que se los dispense de participar en ellas, con gusto cooperan hasta el grado posible con otros programas de educación física que se efectúan durante las horas escolares. La escuela y los testigos de Jehová (1983), página 29.
Muchos también opinan que esta práctica presenta claras connotaciones religiosas. Pedro Moraes Trindade, maestro de este arte en el estado brasileño de Bahía, lo describe como “fusión de cuerpo y mente”, y agrega: “Reducir la capoeira a deporte es disminuir su lado subjetivo, su historia y su filosofía”. Edmilson, quien la practicó durante ocho años en Niterói (Río de Janeiro), hace este comentario: “Hay chulas [cantos de presentación] y rituales de la capoeira que están estrechamente ligados al espiritismo”.
Al examinar con detenimiento los principios de las Escrituras, Edmilson y Augusto —de quienes hablamos antes— decidieron dejar la capoeira. Consideraron que no tenía sentido poner en peligro su valiosísima salud espiritual y física. Aunque en un tiempo disfrutaron de su ritmo pegadizo y sus gráciles movimientos, vieron que no era compatible con la Biblia, la cual indica que los siervos de Dios no “aprenderán más la guerra” (Isaías 2:4). ¡Despertad!, 8 de abril de 2005, página 23.
Sin embargo, aprender estas artes conlleva un peligro aún más grave. La revista The Economist comentó recientemente: “La mayoría de las artes marciales, si es que no todas, están ligadas indisolublemente a las tres confesiones principales de Asia oriental: el budismo, el taoísmo y el confucianismo”. Otra fuente agrega: “El kárate en su totalidad, en sus movimientos y sentimientos, se refiere de un modo u otro a algún principio del Zen”. Esta es una secta budista que promueve la meditación religiosa. Estas raíces paganas plantean un gran problema para el cristiano, en vista del mandato bíblico de 2 Corintios 6:17: “‘Por lo tanto, sálganse de entre [los miembros de las religiones falsas] y sepárense —dice Jehová—, y dejen de tocar la cosa inmunda’”. ¡Despertad!, 22 de septiembre de 1995, páginas 12 y 13.
POR muchos años, los jóvenes estudiantes testigos de Jehová de Japón se habían enfrentado a un dilema: obedecer la voz de su conciencia educada en la Biblia, o seguir un plan académico contrario a ella. ¿Por qué? Porque las artes marciales forman parte del curso de educación física en las escuelas, y los jóvenes Testigos consideraban que la práctica de esta disciplina no armonizaba con los principios de la Biblia, como el que se encuentra en el versículo 4 del capítulo 2 de Isaías, que dice: “Tendrán que batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra”.
Como no querían aprender técnicas de combate, con las que podrían lastimar al prójimo, los jóvenes cristianos Testigos explicaban a los maestros su objeción a las artes marciales por motivos de conciencia. Después de intentar persuadir a los estudiantes para que aceptaran el currículo escolar, muchos maestros comprensivos terminaban por respetar la conciencia de estos y organizaban actividades sustitutivas. La Atalaya, 1 de noviembre de 2011, página 19.
Magia, trucos o juegos: Los trucos o juegos de magia no están bien vistos por el Cuerpo Gobernante. Se señalan como la antesala del demonismo y como una invitación a que los demonios visiten nuestro domicilio. Son un tipo de juegos peligrosísimos. Además, no es conveniente que el público asocie al Testigo con este tipo de juegos, para que no se escandalicen. ¡Es mejor que nuestros hijos jueguen y se familiaricen con el Monopoly, como hace el Cuerpo Gobernante con la compra-venta de nuestros lugares de adoración!
¿Es correcto que un cristiano tenga una afición de trucos mágicos simplemente para su diversión? Puede ser que una persona tenga una afición de ejecutar trucos que no tengan nada que ver con magia verdadera o demonismo. Puede ser que una persona simplemente emplee trucos de prestidigitación o los que envuelven ilusiones. De modo que si una persona simplemente estuviera mostrando cuán diestra puede ser con las manos, sin pretender magia alguna, quizás no haya objeción alguna a tal entretenimiento. Sin embargo, el que un cristiano se envuelva en cosas de esta naturaleza o no, es algo que debe considerarse cuidadosamente. Una persona pudiera comenzar a ejecutar trucos sencillos, pero esto podría conducir a prácticas que, a sabiendas o sin saberlo, imitaran las artes mágicas. Uno pudiera duplicar mediante trucos verdaderas hazañas mágicas que ejecutan los demonios, tales como la levitación, el mover objetos misteriosamente, materializaciones ectoplásmicas, etc. Eso podría conducir a envolverse con inicuas fuerzas espíritus, porque esto es jugar a lo que los demonios hacen. [...]
El jugar con las prácticas mágicas, aunque la persona tal vez esté fingiéndolas, es sumamente peligroso, y está invitando a los demonios a aparecerse realmente, como lo hicieron en el caso de un hombre que representaba sesiones fingidas, solo para descubrir que a veces ejecutaba realmente fenómenos mediúmnicos.-- Clock Without Hands.
A veces los que ejecutan trucos tratan de hacer que otros crean que ellos están haciendo algo sobrenatural, mágico. Así, de hecho, pueden exponerse a verdadera dificultad con los demonios. Ciertamente ningún cristiano querría pretender el tener facultades sobrenaturales ni dejar alguna impresión de que es practicante de magia babilónica, lo cual condena Dios. (Deuteronomio 18:10 y 14) El cristiano también debe tener presente que las personas que lo conocen y que saben que es ministro de Dios pudieran considerar desfavorablemente los trucos semejantes a magia; esto pudiera causar tropiezo a otras personas. Por eso, el cristiano bien puede ver que el seguir tras una afición de los llamados trucos "mágicos" no es provechoso.-- Filipenses 1:10; 1 Corintios 6:12. La Atalaya, 1 de mayo de 1965, páginas 287 y 288.
Preparing for Child Custody Cases (Legal Department Watchtower & Tract Society): Libro desconocido por la inmensa mayoría de los miembros de la confesión religiosa. Consignas y directrices para obtener la custodia de los hijos en casos de separación o divorcio. Indica lo que el padre testigo de Jehová puede decir y lo que no se debe decir a un juez u organismos encargados de proteger a la infancia. Formula hipotéticas preguntas que pueda hacernos un juez y cómo podemos hacer sesiones de ensayo con nuestros hijos en casa para contestar sin ser vistos como: integristas, fundamentalistas o fanáticos religiosos ante un examen psicológico o psiquiátrico. En caso de necesidad, los ancianos de la congregación se ponen en contacto con la sede nacional y ésta le remite al interesado un extracto del libro o el libro mismo, vía pastores locales. Está colgado en Internet.
http://jwchildcustody.com/files/cu_childcustody.pdf
Reinas de belleza: Nada de presentarse a concursos de belleza. La féminas, en casa y con la pata quebrada.
De manera similar, creemos que el que una joven Testigo sirviera de reina de belleza violaría principios bíblicos que muestran que es impropio glorificar a criaturas humanas. (Romanos 1:25; Hechos 12:21-23.) La Escuela y los Testigos de Jehová (1983), Páginas 23 y 24. Por último, hay que tener en cuenta el hecho de que los concursos de belleza pasan por alto el principio bíblico expresado en Romanos 1:25, donde se condena a aquellos que ‘veneran y rinden servicio sagrado a la creación más bien que a Aquel que creó’. (Compárese con Hechos 12:21-23.) Si tan solo se toma esto como base, un joven cristiano haría bien en negarse a participar en un concurso de belleza aun cuando fuese en un ámbito tan reducido como la escuela. ¡Despertad!, 8 de enero de 1990, página 24.
https://es.scribd.com/doc/100676509/El-lado-comico-de-la-Watchtower-Edicion-28-de-septiembre-de-2014
Las cuantiosas citas nos dan una idea de las grandes limitaciones que tiene el niño testigo de Jehová para su desarrollo físico y emocional. He omitido las citas en cuanto a la no participación en las celebraciones o festividades. También, las presiones sobre los jóvenes o padres de éstos para que no cursen estudios universitarios o tengan "amigos" que no sean testigos de Jehová, etc. Además, no podemos olvidar la lobotomización a la que se somete a los niños para que se opongan a un tratamiento médico salvavidas como lo son los transfusiones sanguíneas.
Pero, nada de esto es por casualidad. Los padres y los niños seguimos a pie juntillas las directrices del Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová, que son realmente quienes mueven los hilos entre bambalinas...
Les corresponderá a los sociólogos, psicólogos y psiquiatras determinar las consecuencias en la mente del niño de tantas limitaciones en su vida. Un servidor, mientras tanto, se dedica a denunciar y documentar los excesos de estos teócratas de pacotilla.
No puedo concluir sin el lema favorito: lo documentamos todo, todo y todo.