Estimados camaradas ibéricos y allende los mares:
El colectivo de las víctimas de abusos por parte de la confesión religiosa de los testigos de Jehová en España, no quieren que les silencien durante más tiempo, de modo que, están poniendo los puntos sobre las íes. ¡Ya era hora! Los corderos se han cansado de guardar silencio y han alzado al voz..., ¡y de qué manera!
Las noticias sobre los abusos están cada día en las noticias, día sí y día también. Hay muchos periodistas actualmente investigando los tejemaneje de esta confesión religiosa que goza del estatus del notorio arraigo en España. Especialmente --y sin menospreciar a nadie-- me ha impresionado el trabajo de investigación rigurosa y el valor de Guillem Sánchez, que desde El Periódico, no se ha dejado amedrentar ni silenciar. Un periodismo, más bien escaso en nuestros días. Una especie en vías de extinción.
Desde este blog, me solidarizo con las víctimas y maldigo a los gerifaltes que con sus normativas, directrices y protocolos no denuncian ante la autoridad competente a los agresores sexuales de menores. Los testigos de Jehová se han caracterizado durante toda su historia por despotricar de todas las demás religiones, especialmente de la Iglesia Católica, definida en innumerables ocasiones como la Gran Ramera... entre otras lindeces. Recordando que los abusos sexuales infantiles no son patrimonio de ninguna religión sino que se da en todo tipo de instituciones y organizaciones. Sin embargo, hemos visto que la Iglesia Católica ha aprendido una lección inolvidable y está tomando medidas concretas para este tipo de delitos nunca más sean encubiertos por la institución religiosa, sino que deriven a la justicia secular. Hemos podido ver cómo la Iglesia como institución, pide perdón públicamente. Cómo los papas se reúnen con las víctimas, se abrazan a ellas, lloran con ellas... y les piden perdón. Más que eso, en Australia, por ejemplo, han aceptado con prontitud aportar el dinero que se necesite al fondo de compensación para las víctimas --unos 150 000 dólares por víctima-- que hayan podido sufrir abusos en el ámbito de la Iglesia Católica. No obstante, los testigos de Jehová, de momento guardan un mutis absoluto y, los que conocemos el paño, intuimos que si aportan a ese fondo será por imperativo legal, obligados por el gobierno australiano. ¡Tiempo al tiempo!
A una de las víctimas, los ancianos le dijeron: "Si lo cuentas, te quedarás sin paraíso". Pues sí, señores, yo no quiero estar en un paraíso donde se encubre a los pederastas. Se pueden quedar ustedes con el paraíso y con los pederastas... ¡que ustedes lo disfruten!
Las víctimas quedan destrozadas psicológicamente, con secuelas para el resto de sus vidas. Les arruinan la vida. Mientras los mandamases se preocupan más por la fama y la hacienda. Si extrapolamos a España la cantidad de abusos sexuales a menores por la cantidad de testigos de Jehová en Australia... la sede nacional de la confesión religiosa en España debería recibir una media de 6 a 7 casos de abusos sexuales mensuales. Curiosamente, Aníbal Iván Matos Cintrón, portavoz de la entidad religiosa, reconoce a Guillem Sánchez que nunca han denunciado un solo caso ante la autoridad competente. ¿Cómo se como esto?
En Australia, con unos 67 000 testigos de Jehová, desde el año 1950 han recibido acusaciones --a nivel interno-- 1006 miembros de la confesión religiosa como presuntos pederastas. Y éstos a su vez, han abusado --así consta en los archivos de la confesión religiosa-- de unas 1800 víctimas. Nunca, jamás de los jamases los testigos de Jehová denunciaron ni un solo caso ante la autoridad competente. Ellos han seguido practicando aquello de: los trapos sucios se lavan en casa.
Con el fin de que se haga justicia con las víctimas, éstas están exigiendo a la cúpula nacional y a la cúpula mundial que cambien los protocolos, que pidan perdón públicamente y que indemnicen a las víctimas. Si eres una víctima y todavía no te has decidido dar el paso de denunciar los abusos que sufriste, puedes ponerte en contacto con este colectivo en la siguiente dirección: abusosTJ@gmail.com
Por otra parte, ahora llega el turno de las fuerzas políticas en España. Lo suyo sería que se constituyese una comisión parlamentaria para estudiar este fenómeno que afecta a tantas miles de personas inocentes y que se encuentran solas y desamparadas para enfrentarse a organizaciones poderosas que cuentan con los mejores despachos de abogados y con infinitos fondos económicos como para defender sus intereses frente a víctimas anónimas.
Desde aquí, siempre estaré al lado de las víctimas y contra los que protegen a los agresores.
Termino que mi lema favorito: lo documentamos todo, todo y todo. ¿Quién es el padre de la mentira?