John Henry Kurtz (JHK). Con la tecnología de Blogger.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Consultorio teocrático: "Mi marido despareció hace tres quinquenios, ¿estoy libre para casarme?"



     Estimados y esquilmados camaradas en la diáspora:

     Esta nueva sección en el blog (Consultorio teocrático) ha tenido una amplia aceptación entre nuestros lectores y pecadores impenitentes.  Es raro el día que no nos llega a la redacción apóstata, una pregunta teocrática y apropiada al más no poder, de parte de alguna alma cándida que no se fía ni de los ancianos de congregación ni de los sabelotodo sin titulación académica que son los del Cuerpo Gobernante.

     Nuestra hermana se llama Carolina, es del Este peninsular, y nos alegra este viernes cuasi navideño, con una consulta de carácter teocrático y watchtoweriano.  Antes de nada, apuntar que su marido era testigo de Jehová como ella y se llamaba José.  Jugaba de extranjis a la Lotería Nacional, mientras se daba golpes de pecho en el Salón del Reino sirviendo como anciano.  Era un hombre espiritual de los que no quedan: sudaba cuando hacía la oración públicamente, la yugular le sobresalía del cuello y la emoción era tanta..., ¡que parecía que se iba a personar el Espíritu Santo en ese mismo momento trascendental!   Un día, sus oraciones le fueron contestadas y le toco un buen pellizco: cogió los bártulos y se despidió a la francesa de su esposa Carolina.  Pero, no ser marchó para La Habana (Cuba) solo, sino que se fue con una "amiga" y hermana espiritual de Carolina.  Podemos decir que Carolina, perdió tres cosas de un solo golpe: marido, dinero y amiga..., ¡mala suerte!

     No obstante, con este preámbulo, sí que podemos entrar en su pregunta.  ¡Va por ustedes!
"Hace quince años que mi marido  --testigo de Jehová como yo--  me abandonó, con dos hijos pequeños.  Se fue de repente..., como si se lo tragara la tierra.  Casualmente, también se marchó a Cuba, una hermana espiritual y confidente mía súbitamente; con la excusa de que su madre estaba muy grave.  ¡Tuve dos pérdidas importantes en un mismo tiempo!   Una vez se marcharon de España, mi cuñada me dijo que su hermano (mi esposo) se había marchado a Cuba con mi "amiga"..., ¡se ve que le había caído un buen premio de lotería y lo celebró abandonando a su mujer e hijos!  ¡Menudo cabrón!
Cuando pasaron un par de años desde su partida al Caribe, les dije a los ancianos de congregación que en mi empresa había un hombre viudo y sin hijos que había manifestado interés por mí, y que como mi marido tenía otra vida en Cuba, supongo que no habría ningún problema para casarme de nuevo.  Con la respuesta, me quedé boquiabierta: "¿Puedes documentar que tu marido vive con otra mujer en Cuba?  Mientras no nos lo puedas demostrar, tu marido se podría decir que ha "desaparecido" y por lo tanto, no estás libre para casarte de nuevo.  O, nos tienes que traer un certificado oficial indicando que tu marido ha fallecido, en caso de que hubiese muerto". (Desde entonces no tengo noticias de mi ex maridete; no sé si está en Cuba o en Pernambuco..., ¡o ha sido pasto de los tiburones del Caribe!).
Yo les conté a los ancianos que había viajado a Cuba para pedirle a mi ex esposo que me escribiera una carta  --o llamase por teléfono--  dirigida a los ancianos indicando que tenía otra mujer, ¡y que de este modo me dejara rehacer mi vida!  Él, con toda la cara dura me dijo que nones y que no quería complicaciones (con la congregación) por si algún día volvía a España.
Aún así, los ancianos no se bajaron del burro; amenazándome con la expulsión si volvía a casarme..., ¡y para más inri con un mundano!   Actualmente, mis hijos han abandonado el domicilio familiar, y me encuentro muy sola.  Me gustaría rehacer mi vida ya que han pasado quince años desde que el puerco de mi marido me puso los cuernos y me abandonó.  ¿Puedo escribir al Cuerpo Gobernante para que consideren mi caso y para quejarme por la sinrazón de los ancianos de mi congregación?  ¿O será inútil?".
     Apreciada hermana Carolina:

     ¡Si fueses católica, te habrían hecho santa!  No te mereció tu marido, ni tampoco te merecen los miembros del Cuerpo Gobernante: todos juntos te han hecho más mal que bien..., ¡te han arruinado los últimos tres quinquenios de tu vida!  ¡No les des ni un minuto más de tu vida!  Tú eres dueña de tu vida, y solo tú debes decidir qué hacer con ella.  Dios nos ha creado libres, con nuestra conciencia que está por encima de todas las directrices fallutas y caducas del cuerpo eclesiástico de nuestra denominación religiosa.  No te dejes guiar por ellos, porque te extraviarán y harán que tu vida sea un calvario repleto de enfermedades mentales producidas por tanto suplicio emocional y sentimental.  Los seres humanos necesitamos dar y recibir amor..., ¡no somos un trozo de madera o una piedra!

     Además, tú  --y Dios-- sabes que tu exmarido es un puerco integral cinco jotas, ¡con eso hay más que suficiente!  No precisas más plácet que ese.  Sobre los padres ideológicos de la directiva tan inhumana y anacrónica que te indican los ancianos, te diré que no son los ancianos de congregación, ¡sino el Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová!  Ellos son unos tunantes: están arruinando doblemente las vidas de los cónyuges que ha sufrido la infidelidad..., amenazándoles con la expulsión si deciden casarse.  Son maestros en lo de tirar la piedra y esconder la mano..., ¡viven de eso!  A esos pedigüeños, ¡ni caso!

     La base pseudoteológica, se encuentra en la próxima edición del Diccionario Etimólogico Watchtoweriano-Español.  Te adjunto la entrada con la oportuna referencia:
Desaparecida (persona): Si tu cónyuge se ha despedido de ti a la francesa y han pasado un par de décadas sin saber de él…,¡no te puedes volver a casar! Si tu esposo era marinero del Titanic y, después del hundimiento, no sabes nada de él, ¡sigues casada con él a pesar de que el afamado barco se hundió en el año 1912! El número de años desde que desapareció tu cónyuge, no te da derecho a rehacer tu vida. ¡Sólo en el caso de que jurídicamente haya sido declarado muerto, puedes rehacer tu vida casándote de nuevo! Si tu esposo se va de casa a vivir a Pernambuco --destino desconocido--, abandonándote, se junta con una gachí y tienen tropecientos hijos…,¡tú no estás libre para casarte si no tienes pruebas documentales con las que convencer a los ancianos de tu congregación! ¿Que cómo puedes conseguir las pruebas si ni siquiera sabes su paradero…? ¡La vida es dura! La vida es dura para ti, no para el Cuerpo Gobernante que vive a cuerpo de rey con nuestros donativos. 
Dado que soy una persona que está estudiando la Biblia con los testigos de Jehová, me intereso en agradar a Dios. Hace diecisiete años mi esposo me abandonó, y no he sabido nada de él desde entonces. Es posible que él haya muerto ya. ¿Estoy libre para volverme a casar?—A. S., EE. UU. 
[…] En el caso de que se trata, aparentemente no hay evidencia concreta de que el esposo haya muerto. Por eso todavía subsiste el matrimonio legal. Sería tanto ilegal como inmoral el que la esposa se volviera a casar simplemente porque le pareciera que su esposo ha muerto
[…] Exactamente qué acción jurídica se requiere es cosa que tendría que determinarse localmente. Los “esfuerzos diligentes” pudieran incluir el ponerse en comunicación con todos los parientes y amigos que se pudiera pensar que hayan tenido información de parte del ausente o acerca de él, preguntar en sus residencias y lugares de empleo anteriores y poner un aviso público en un periódico. Si una búsqueda completa no produce nada que indique que el ausente está vivo, el tribunal pudiera declararlo muerto. Antes de que tenga lugar eso la esposa no estaría legalmente libre para volver a casarse. Si todo esfuerzo razonable y posible por hallar al esposo ha resultado infructuoso y jurídicamente él ha sido declarado muerto, la esposa tiene que decidir qué hacer. Si honradamente cree que él está muerto y ella quiere volver a casarse, tiene que estar dispuesta a asumir la responsabilidad ante Dios, quien sabe todos los hechos y motivos envueltos.—Gál. 6:5; Heb. 4:13. 
[…] Entonces, tocante al caso que se considera, podemos decir: La falta de información acerca del esposo no impediría que la esposa llegara a ser Testigo. Si con el tiempo ella pudiera demostrar a satisfacción de los representantes de la congregación cristiana que todos los esfuerzos por probar que él está vivo no han dado resultado y que hay buena razón para creer que él está muerto, y jurídicamente se le ha declarado muerto, ellos permitirían que ella asumiera la responsabilidad de decidir el volverse a casar, “pero en el Señor.” (1 Cor. 7:39) […] La Atalaya, 15 de febrero de 1970, páginas 127 y 128.
http://es.scribd.com/doc/100676509/El-lado-comico-de-la-Watchtower-Edicion-21-de-julio-de-2012 
     Por estos motivos, hermana Carolina, en tu caso, ha sido realidad la canción: "El muerto vivo".  Hazles un corte de mangas a los caciques locales y al Cuerpo Gobernante y toma las riendas de tu vida.

     Como ves, nuestros "consejos" son gratuitos y tampoco pedimos donativos para la etérea Obra Mundial  --que no es otra cosa que una combinación de hedge funds con cédulas hipotecarias y capital riesgo--.

     Finalizamos como siempre: lo documentamos todo, todo y todo.  ¿Quién es el padre de la mentira y los variopintos chanchullos teocráticos?

lunes, 9 de diciembre de 2013

Consultorio teocrático: "¿Puedo dejarme la barba y heredar la vida eterna?"

Jesús con sus apóstoles en la Última Cena

     Estimados camaradas víctimas de la pseudoteología watchtoweriana:

     Desde el Castillo de Sancti Petri, el hermano Fernando, acude a nuestro consultorio teocrático con una duda que le carcome sus entrañas espirituales.  Sirve en una congregación de Cádiz  --cuyo nombre se reserva para que no le localicen los agentes Watch--  y no logra entender las razones teológicas para la aversión a la barba y el por qué la salvación eterna pertenece a los lampiños.  Él pregunta:
"A Jesucristo y a los apóstoles siempre se les pinta con barba.  Llevo algunos años con los testigos de Jehová y no veo a ninguno con barba.  Pregunto a los ancianos y me dicen que es antibíblica.  Sin embargo, si somos seguidores de Cristo, ¿por qué no llevamos barba como él?  ¿Por qué no aparece ningún orador con barba en las asambleas?  ¿Por qué hay miedo a llevar barba?  ¿Qué relación tiene el llevar barba, con los privilegios que uno pueda tener en la congregación de turno?  ¿Por qué ningún miembro del Cuerpo Gobernante lleva barba?  ¿Es posible la salvación eterna para el barbudo impenitente?
Os agradecería una respuesta documentada y sobre todo, ¡que no me salgáis por los cerros de Úbeda!".
     Querido hermano Fernando:

     Algo positivo de nuestra respuesta, es que no te cuesta dinero.  No queremos donaciones para una esotérica y etérea obra mundial.  Nosotros tenemos amor propio y por eso vivimos del fruto de nuestro trabajo, ¡no como los vividores del Cuerpo Gobernante que tienen más cara que espalda y viven del sudor de los demás!

     Por lo demás, como de costumbre, nos vemos obligados a remitirnos a la próxima edición del Diccionario Etimológico Watchtoweriano-Español, para disipar tus dudas teológicas y escatológicas.  Ahora, podrás leer los argumentos en los que se basan los ancianos a la hora de "recomendar"  --al pardillo integral ibérico y allende los mares--  un rostro barbilampiño.
Barba: ¿Cuántos testigos de Jehová ha visto usted con barba? Por ejemplo, ¿aparece en alguna de sus publicaciones algún testigo de Jehová…, con barba? ¿Por qué no? Incomprensiblemente, los mandamases de la entidad religiosa, han creído ver en la barba “una trampa del Diablo”, un elemento identificador de la izquierda atea, revolucionaria y extremista…,¡olvidándose que el mismo Jesucristo llevaba barba! Pero, de donde no hay, no se puede sacar. Los miembros del Cuerpo Gobernante, con menos papeles académicos que un conejo de monte, igual que se inventan las profecías fallutas, hacen lo propio con multitud de aspectos que afectan la vida del miembro de la comunidad religiosa. Los sin papeles, se olvidan que la barba la han llevado por igual, revolucionarios que reyes y emperadores. 
También las modas extremadas en los peinados pueden fácilmente llevar a uno a una trampa del Diablo, y hacer que otros tropiecen. Por ejemplo, en los Estados Unidos un joven estaba progresando bien en su estudio de la Biblia, y se sintió impelido a participar con un Testigo experimentado en predicar a otros acerca de las cosas buenas que estaba aprendiendo de la Biblia. Desde su temprana juventud se había dejado crecer la barba, y puesto que en la comunidad comercial había individuos que tenían barba, pensó que al ir con barba a predicar a otros tendría aceptación general. Pero al hablarle a una señora no pudo hacer más que presentarse cuando ella dijo: “Lo siento, joven, no quiero tener nada que ver con las revueltas estudiantiles.” No hubo ninguna cantidad de explicaciones que bastara después de esto para eliminar la mala impresión. Después de haberse terminado la conversación, cuando ella cerró la puerta, él le preguntó al Testigo experimentado qué había sucedido. Se le invitó a considerar su apariencia con relación a lo que alegaba ser, un siervo de Dios. No queriendo ser responsable de causar tropiezo ni siquiera a una sola persona de modo que perdiera el camino a la vida eterna, este nuevo publicador del Reino se rasuró la barba. ¿Estaría usted dispuesto a hacer lo mismo o a efectuar ajustes similares si su apariencia diera la impresión incorrecta en cierta comunidad? La Atalaya, 1 de enero de 1976, páginas 20 y 21. 
La apariencia vale ♦ Recientemente el Tribunal Supremo de los Estados Unidos dejó subsistir el fallo de un Tribunal de Distrito en el que se había declarado que una cadena de supermercados tiene el derecho de adherirse a su regla de “no barbas” para algunos empleados. Un hombre que había sido despedido porque rehusó afeitarse había entablado el pleito. Dijo que tenía una forma de dermatosis común entre los negros que puede resultar en irritación o infección cuando los pelos cortos se rizan y penetran en la piel. Según el American Medical News, el Tribunal de Distrito había fallado que “la cadena de comestibles estableció la regla con un propósito comercial que era de más importancia que el ligero impacto que la regla tenía en los empleados.” 
El Senado del Estado de California ha establecido la regla de que, en las cámaras del Senado, los hombres tienen que llevar puesto “vestido apropiado,” incluso americana y corbata. El senador que propuso la resolución declaró que “las apariencias son importantes,” y que el público esperaba cierta medida de dignidad. Por supuesto esto también es cierto acerca de los que afirman representar al Legislador más alto del universo, Jehová Dios. ¡Despertad!, 8 de junio de 1979, página 30.
http://es.scribd.com/doc/100676509/El-lado-comico-de-la-Watchtower-Edicion-21-de-julio-de-2012 
     Como has podido leer, hermano Fernando, tu salvación eterna así como la de las personas que te escuchan, depende de mantener un buen afeitado: ¡con barba no hay paraíso!  La imagen ideal es la de un vendedor de unos grandes almacenes estilo El Corte Inglés.   Esto te debe quedar clarito.

     ¡Ah!  No olvides que el Cuerpo Gobernante se conoce todos los atajos: no valen excusas como enfermedades de la piel que puedan hacer contraproducente el afeitado varonil watchtoweriano.  Y nosotros, como representantes del Legislador supremo de todo el universo, no nos podemos dejar la barba contestararia, ¡por mucho que la luciese el mismo Jesucristo!  Tenemos que causar la mejor impresión cuando "vendemos" nuestros productos a los cándidos transeúntes.

     Además, mientras llega y no llega el fin del mundo prometido desde hace más de 130 años por el Cuerpo Gobernante, en la congregación te tendrán a dieta..., en cuanto a posibles privilegios de servicio y la categoría social que te aportan estos dentro de la comunidad religiosa.  Posiblemente, te harán el vacío social en caso de persistir en lucir esa barba "revolucionaria" típica de Cristo y sus apóstoles.  Finalmente, es una cuestión de prioridades: ¿quieres la salvación eterna o prefieres la condenación eterna?

     Creo que con estos documentos y comentarios, podrás hacer un autoanálisis y ver qué es lo que te conviene.  Desde la redacción apóstata, ha sido un placer poder ayudarte a ti y a todos nuestros amables lectores.  ¡Lo damos todo sin pedir nada a cambio!  ¡Nos la jugamos por ti!  ¡Hemos renunciado a todos los privilegios teocráticos con tal de contarte la verdad!  ¡Los apóstatas somos unos machotes, no unos pusilánimes!

     ¡Está pasando, lo estás leyendo!  ¿Te lo vas a perder?  La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.  ¿Quién es el padre de la mentira y la opacidad financiera?