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sábado, 14 de enero de 2012

"...y para causar la ruina de los que están arruinando la tierra” (el Apocalipsis) parte III

Ubicación de los vertidos tóxicos y teocráticos
http://testigoscristianosdejehova.blogspot.com/2011/12/ruina-para-quienes-arruinan-la-tierra.html
http://johnhenrykurtz.blogspot.com/2011/12/y-para-causar-la-ruina-de-los-que-estan.html
http://johnhenrykurtz.blogspot.com/2011/12/y-para-causar-la-ruina-de-los-que-estan_30.html

Estimados camaradas intoxicados por lo vertidos clandestinos varios:

El compañero Numérico, desde el otro lado del charco, nos ilumina y nos aporta documentación apropiada y teocrática al más no poder, sobre los vertidos tóxicos clandestinos realizados por la confesión religiosa en sus propiedades en el norte del Estado de Nueva York.  Nos suministra: una foto aérea con la localización de los vertidos tóxicos, la carta de un betelita (extrabajador) contrito y confeso, y el informe sobre los vertidos realizado por el equivalente a la Consejería de Medioambiente del Estado de Nueva York..., ¡todo para nuestros ojos!  Todo cristianamente documentado.  Todo para que podamos compartirlo y difundir el evangelio verdadero sin trampa ni cartón watchtoweriano.

Él, escribe en parte:
[..] Aquí incluyo los reportes de investigación del Departamento de Conservación Ambiental de Nueva York, donde se especifica cuales son las áreas de los vertederos ilegales, los materiales tóxicos vertidos y el daño causado al medio ambiente. El estado de salud de los terrenos aún está en investigación. Es de notar que según estos reportes, el agua potable de Betel en Wallkill podría haber sido contaminada. El cuerpo gobernante intoxicando a sus propios betelitas con sus doctrinas (alimento espiritual) y además con el alimento físico que les provee. [...] http://testigoscristianosdejehova.blogspot.com/2011/12/ruina-para-quienes-arruinan-la-tierra.html
También, el camarada Marvin Shilmer, desde su blog, aporta la documentación.  Por ejemplo, cuelga la carta que envió el exbetelita en julio de 2006, al Departamento de Conservación Ambiental del Estado de Nueva York, denunciando los vertidos tóxicos y clandestinos por parte de la Voz de Dios en la tierra..., ¡bochornoso y delictuoso!  ¿Se puede amar a Dios y al prójimo..., mientras se hacen vertidos tóxicos clandestinos?  ¿Tiene algo que decir el Cuerpo Gobernante?  ¿Tienen que arrepentirse de algo?  ¿Pedirán disculpas..., aparte de pagar la multa?



Carta denuncia del exbetelita, julio de 2006
Nuestro hermano, en su carta, nos cuenta que en 1995 fue invitado a trabajar en las propiedades de unos 8 millones de metros cuadrados, que tiene la confesión religiosa en Wallkill (Nueva York).  Al poco de entrar a trabajar allí, fue asignado al Regulatory Services Department.  Este es un departamento que se encarga de la relaciones institucionales con las diferentes agencias gubernamentales  --tanto estatales como federales--.  La tarea del hermano "arrepentido", tenía que ver con las plantas de tratamiento de las aguas y asegurarse que se cumplían los requisitos legales cuando se construía algo.  Por eso, se relacionaba con el equivalente a la Consejería de Medioambiente del estado de Nueva York.

En el 1998, mientras se construían unos nuevas viviendas para los betelitas, aparecieron enterrados unos bidones viejos con residuos cuya composición se desconocía.  El contacto de las excavadoras con los bidones, hizo que algunos ser rompiesen y vertieran el contenido.  Los trabajadores advirtieron del "descubrimiento teocrático" al departamento del hermano y, se inició una investigación y se descubrieron un grupo de bidones con restos de tintas y residuos de las operaciones de impresión.  Los supervisores de mi departamento, pararon la obra y utilizando a tres trabajadores, sacaron los barriles cuyo contenido se había vertido, junto con la tierra que estaba visiblemente contaminada.  Todo lo cargaron en dos camiones volquete, que se aparcaron en un edificio cerrado, alejado de la vista de los curiosos.  El descubrimiento "teocrático" fue informado a las oficinas centrales en Brooklyn.  Se nos enfatizó que mantuviésemos el secreto del vertido y que no permitiésemos que otros departamentos o personas se enterasen del asunto, en un esfuerzo extremo por reducir al mínimo la cantidad de personas que pudieran tener conocimiento de los vertidos tóxicos. Únicamente a cuatro personas  --entre ella un servidor--, deberían informar los trabajadores en caso de localizar nuevos vertidos fortuitamente.  Las instrucciones que recibimos fueron las de mantener una estricta confidencialidad sobre el asunto.

Nosotros, a su vez, teníamos que informar al máximo responsable, al director de las instalaciones. Los trabajadores deberían ser quitados de medio y enviados a otra zona, en caso de encontrar más bidones enterrados.  Si alguien nos preguntaba, teníamos la directriz de darle evasivas o decirles que se dirigiesen a la dirección por más información.  Con un detector de metales estuvimos investigando en las proximidades, finalmente localizamos y desenterramos entre 10 ó 15 bidones y dos camiones volquetes con tierra visiblemente contaminada del lugar, guardándose en un lugar cerrado.

El origen de todos los vertidos era que, la Sociedad Watchtower había estado imprimiendo publicaciones por los últimos 80 años en Brooklyn y en Wallkill.  Aparentemente, por un período de tiempo desconocido, estuvieron enterrando los desechos tóxicos en esta propiedad, en lugar de llevar los desechos a un punto verde oficial donde se pudiesen tratar estos vertidos con seguridad.  Se me dijo que, los barriles que habíamos encontrado, era una de las muchos fosas dentro de la propiedad donde se habían enterrado los desechos químicos tóxicos.  Se me informó que había muchos "vertederos" ilegales con estos desechos tóxicos en diferentes lugares de la propiedad de la Watchtower y que lo que nosotros habíamos encontrado era sólo la punta del iceberg.  Me mostraron algunos de los lugares.  Si esto, por casualidad, salía a la luz pública, podría provocar una pesadilla en la relaciones públicas de la confesión religiosa, dañar la imagen pública y amenazar la viabilidad de los proyectos en construcción que recientemente habían aprobado los municipios colindantes.


Los barriles viejos y deteriorados no podían presentarse  --ante los de Medioambiente--   como residuos recientes que había que procesar convenientemente.  Si se enteraban éstos de Medioambiente sobre la existencia de los barriles viejos, podrían picarles la curiosidad e iniciar una investigación más a fondo.  A todo esto, estaban los dos volquetes cargados con tierra contaminada que estaban representando un problema para la Watchtower.  No podían deshacerse de ellos por el conducto oficial de gestión de residuos, porque la cantidad superaba por mucho la cantidad de residuos permitidos en razón de las operaciones que se efectúan en la propiedad.  No había manera, ¡la cantidad era muchísima!  Además, había que contar que la tierra estaba contaminada con tinta, para más inri.  La cosa estuvo parada unos días, hasta que idearon un plan:
* Los bidones viejos serían cortados a pedacitos y el contenido metido en otros bidones. A mí supervisor y a un servidor, se nos encomendó la tarea durante un fin de semana, cuando la mayoría de los trabajadores de la planta están de fiesta.
* La Watchtower rellenó un impreso solicitando al Departamento de Medioambiente del estado de Nueva York, a que les autorizase un envío con una pequeña cantidad de tierra que había sufrido un vertido accidental.  Algunos estaban nerviosos y tenían miedo a que esto pudiese iniciar una investigación por parte de Medioambiente.  Pero, se salvaron por la campana y sólo les dieron instrucciones sobre cómo deberían hacerlo.
* A los pocos días, se me mandó que recogiese una muestra de agua de un riachuelo que pasa cerca de unos de los vertederos clandestinos más grandes.  El agua daba muestras de estar contaminada y hubo preocupación. No tuve acceso a los resultados de la analítica, aunque se llevaron las muestras al laboratorio de tratamiento de aguas residuales.  No creo que los técnicos del laboratorio supiesen qué estaban buscando, ¡de todas la maneras no tienen equipo técnico para esta clase de análisis!
No tuve acceso a las discusiones sobre cómo la Watchtower resolvería este problema.  Aparentemente, había miedo a que esto trascendiese y pudiese dañar la reputación de la Watchtower en los medios de comunicación, ante los funcionarios municipales y el público en general.  Aparentemente, aquello tenía toda la pinta de que tomaría años poder y la solución sería costosa y dilatada en el tiempo.

Como consecuencia de este episodio, decidí abandonar Betel y renuncié a ser miembro de esta confesión religiosa.

Después de 7 u 8 años, me he decidido a denunciar los hechos.  Fui advertido muy seriamente sobre la "confidencialidad" de este asunto y se me enfatizó esto mucho por parte de la dirección de la Watchtower.  Esta confesión religiosa práctica una férrea política de expulsión contra todos aquellos que hablen contra ella. Todos los miembros de la confesión religiosa deberán hacerte el vacío, ¡incluida tu propia familia!  Por el motivo de que mi familia siguen siguen siendo miembros de esta religión, he mantenido el silencio todos estos años, con el fin de conservar los lazos familiares.

Mi conocimiento e implicación en los hechos denunciados, se limitan a esos 10 ó 15 barriles desenterrados: impropiamente procesados junto con un informe falso remitido a las autoridades competentes.  Sin embargo, para llegar a un conocimiento más profundo de todo esto, se requiere una investigación (por el Departamento de Medioambiente).

Después de asesorarme con un abogado, he decidido denunciar los hechos.  Estoy dispuesto a colaborar de cualquier manera.  También, estoy dispuesto a dar los nombres de las personas que están implicadas, las localizaciones de vertidos que se me indicaron y así como de cualquier otra información de la que disponga.

Su página web, contiene el siguiente mensaje:
"Usted puede hacernos una llamada telefónica o escribirnos un correo electrónico denunciando un delito contra el medioambiente.  Habrá una recompensa para aquellas personas que nos informen y que las pesquisas conduzcan a al detención de los implicados.  Su identidad será tratada confidencialmente". 
Estoy interesado en estas dos premisas.

Sinceramente,

La traducción que nos hace el Topo Ajalvireño, es un poco parafrásica  --por cuestiones de tiempo--, pero, fiel al contenido y sentido del texto original.
http://marvinshilmer.blogspot.com/2011/12/whistleblower-watchtowers-dump.html


Además, Marvin Shilmer, también nos cuelga el informe sobre estos vertidos tóxicos y teocráticos, redactado por el equivalente a la Consejería de Medioambiente del Estado de Nueva York:



Lo sentimos por Testigo Humano: se le acumula el trabajo.  Nosotros, lo documentamos todo, todo y todo.  Sin duda, el salir de este 'embolao' le va a costar a la Sociedad Watchtower: sangre, sudor y lágrimas.  Lo va a pagar con imagen, con mucho dinero y,..., puede que alguien vaya a la trena.  Luego, lo intentarán vender a la tropa indocta como si de un ataque de Satanás se tratase.