Los pedigüeños sin fronteras, se han acostumbrado a vivir requetebien sin doblar el lomo. Ellos insisten de boquilla en su esperanza "celestial", mientras se aferran con uñas y dientes a las comodidades "terrenales". A los cuatro vientos, presumen ser hijos de la luz, mientras sus finanzas están sumidas en la más oscura de las tinieblas..., en el Tártaro bíblico. Sentados, desde su jacuzzi, nos lobotomizan con lo de llevar una sencilla..., espartana: nada de estudios universitarios ni de emplearnos a fondo con la empresa que nos da de comer, tampoco aficiones que resten tiempo que podemos dedicar a "vender" los productos de la entidad religiosa. ¡Hemos nacido, nos desarrollamos, nos reproducimos y vivimos exclusivamente para pedir donativos en metálico a los transeúntes en aras de su etérea y esotérica Obra Mundial! Somos esclavos del Cuerpo Gobernante, no de Dios. Vivimos para complacerles en sus caprichos: teológicos y terrenales. No son responsables de las consecuencias de su teología de estar por casa, que afecta profundamente la vida de los creyentes de esta comunidad religiosa. ¡Nunca han pedido perdón por nada, ni por sus profecías fallutas ni por sus verdades caducas!
Su cara dura no tiene límites. No aceptan la crítica constructiva y estigmatizan y lapidan social y familiarmente a quien les exige explicaciones. Por este motivo, quien desee mostrarles su descontento, puede echar un billete teocrático y apóstata en las cajas de contribuciones. Es una manera de protestar por su opacidad financiera..., por ejemplo. También, para celebrar la efeméride del fiasco de 1914 y la "generación elástica", hemos emitido un billete conmemorativo. Los hay con diferentes motivos y estilo distinto: billetes y también fotografías del Cuerpo Gobernante con un mensaje a pie de página. Esta colección de papel moneda apóstata, irá completándose con el paso del tiempo. La podéis encontrar en el siguiente enlace teocrático:
https://plus.google.com/photos/109367613431810092203/albums/5959760547160195553?banner=pwa
Para finalizar y como "premio", envío estos dos décimos de lotería al Cuerpo Gobernante: tan auténticos y vigentes como las profecías que nos endilgan:
Lo documentamos todo, todo y todo. ¿Quién es el padre de la mentira y las profecías fallutas y las verdades caducas?