Asociación de víctimas de la JW.ORG (España)

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     Estimados camaradas ibéricos y allende los mares:

     Las víctimas en España de las políticas internas del Cuerpo Gobernante han decidido organizarse en una asociación para reclamar de forma colectiva sus derechos constitucionales y tener una mayor repercusión mediática para poner en conocimiento de la opinión pública el calvario personal,familiar y social que están atravesando por culpa de la normativa de los integristas teocráticos que se autoproclaman la voz de Dios en la tierra.

     Sin ser el portavoz de dicha incipiente asociación, desde este insigne blog durante más de una década he denunciado reiteradamente algunos de estos excesos. Particularmente, considero que estos cuatro asuntos son los de mayor gravedad:

• Los abusos sexuales a menores
• Las transfusiones de sangre
• La opacidad financiera
• La expulsión

     Los abusos sexuales a menores: La entidad religiosa internacionalmente atiende estos delitos a nivel interno, sin denunciarlos ante la autoridad secular. Tiene una normativa pormenorizada, por la que se rigen todas sus comunidades locales, que obliga a sus comités judiciales a gestionar estos casos internamente. O sea, en la práctica: lavar la ropa sucia en casa. Por ejemplo, preguntaría al portavoz oficial de la confesión religiosa en España cuántos casos ha derivado o denunciado ante la autoridad competente su Departamento de Asuntos Legales... en los últimos 50 años. ¿Uno? ¿Ninguno?

     Las transfusiones sanguíneas: La normativa de la confesión religiosa obliga a sus comités judiciales a adoptar medidas disciplinarias contra el miembro de la comunidad religiosa que voluntariamente acepte un tratamiento médico como lo es una transfusión de sangre completa o que contenga los cuatro componentes sanguíneos que según el Cuerpo Gobernante son los "principales": glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y plasma. ¿Que cómo los caciques religiosos han llegado a esas conclusiones tan específicas leyendo la Biblia...? Eso habría que preguntárselo al portavoz oficial de la confesión religiosa.

     La opacidad financiera: La confesión religiosa no ofrece ningún balance financiero anual. Desconocemos sus ingresos y gastos. Nadie sabe cuánto se recauda a nivel nacional y en qué se emplean esas donaciones en metálico y en especie. Lo suyo sería una auditoría anual (como exige el gobierno del Reino Unido) por una agencia independiente y cuyas conclusiones fuesen de naturaleza pública.

     La expulsión: Por supuesto, cualquier comunidad u organización está legitimada para imponer las normas que debe cumplir quien desee ser miembro de ésta y adoptar su expulsión en caso de incumplimiento. Sin embargo, la expulsión en la confesión religiosa de los testigos de Jehová, supone que todo tu entorno familiar y social debe renegar de ti. Deben retirarte el saludo en tanto en cuanto no vuelvas cabizbajo y con el rabo entre las piernas a la disciplina del cuerpo eclesiástico de la organización religiosa. O sea, la normativa interna obliga a que se le haga el vacío al disidente. En la práctica supone la muerte social del expulsado.

     De modo que, por estas cuatro razones y otra más, se te invita a que te unas a este nuevo colectivo. De momento, uniéndote al grupo de Telegram que indica este anuncio.

     Las víctimas necesitan tener una sola voz. Esta es una oportunidad. En otros países ya tienen una asociación de este tipo. Además, si esto es viable --el tiempo lo dirá-- lo suyo sería constituir una asociación de víctimas a nivel europeo. ¡Pero esto es harina de otro costal!

     Por nosotros, por todos. ¿Quién es el padre de la mentira y los diversos chanchullos teocráticos?