Nuestro Ministerio del Reino, marzo 1991, páginas 3 al 6 (boletín mensual interno)
Estimados camaradas teledirigidos por la Organización:
La verdad tiene una camino..., ¡la verdad de la buena! Hoy, nuestro compañero el Pulpo Paul, quien trabaja de segurata en Madrid, nos ha dado una alegría documentada. Él sirvió como anciano hasta que de tanta luz progresiva que recibió, se quedó cegato. Se desengañó al examinar por el mismo el sistema judicial interno de la confesión religiosa. Nunca entendió ni compartió el que los Comités Judiciales siempre se celebrasen a puerta cerrada y sin luz ni taquígrafos..., ¡tanta opacidad judicial no podía ser una característica de los hijos de la luz! Se dijo: "¡Aquí hay gato encerrado!". Investigó un poco en la red y encontró el libro de Raymond Franz Crisis de Conciencia..., ¡lo devoró un una noche de vigilia! Definitivamente, este libro le abrió los ojos del entendimiento y le permitió quitarse las anteojeras watchtowerianas para poder contemplar la realidad en toda su dimensión y sin trampa ni cartón. Pudo ver la vida y su contenido a través de sus propios ojos, y no con el catalejo trucado que vende el Cuerpo Gobernante. Después, todo fue coser y cantar, empezó a pernoctar en páginas web y blogs de la Resistencia Apóstata y participa en ellos con su correspondiente pseudónimo de seguridad. Ha tenido la amabilidad de compartir con nosotros este suplemento del boletín mensual de la confesión religiosa para consumo interno. El cual vamos a descifrar y a traducir al román paladino. ¡Va por ustedes!
Empecemos por el principio. Se supone que el que un testigo de Jehová decida no aceptar un tratamiento médico --como lo es una transfusión sanguínea-- para él o para sus hijos, es una decisión de carácter personal y de conciencia donde la confesión religiosa ni pincha ni corta. ¿Pero es así? Aquí no hay espacio para la demagogia watchtoweriana que esgrimen TH y adláteres. Aquí tenemos la documentación (y no es la única de la que disponemos) que acredita que detrás de la decisión del testigo de Jehová, hay una mano negra. Una mano negra que no sólo dice lo qué hay que hacer, sino, incluso, ¡qué es lo que hay que responder --palabra por palabra-- en caso de que el personal médico o judicial nos hagan preguntas relacionadas con la cuestión, para poder salir airosos y para que no impliquemos o salpiquemos imprudentemente a la confesión religiosa en el asunto! Esto debe ser un asunto estrictamente personal y la confesión religiosa de los testigos de Jehová no tiene nada que ver. Pero, una vez leído este boletín, ¿es esto verdad, o es mentira podrida? ¿Quién es el padre de la mentira? ¿Quién tira la piedra y esconde la mano?
Cuando hago estas aseveraciones y las documento, esto pone de los nervios a los vividores sin fronteras y mandan a sus sicarios virtuales a reventar el blog. Como no pueden presentar argumentos a los documentos expuestos, se dedican a desacreditar gratuitamente a mi persona infundiendo toda clase de calumnias..., ¡las que me paso por el arco de triunfo, dicho sea de paso!
Un ejemplo que podéis observar en los comentarios de este post. Aquí hemos colgado un documento comprometedor o incómodo para la confesión religiosa, ¿algún agente Watch ha hecho mención al documento? ¿Una referencia..., aunque sea cortita? ¡No! Se callan como cucos e intentan desprestigiar a un servidor y a los que participan asiduamente. Su trabajo es intoxicar..., ¡no aclarar! Nos minusvaloran, creen que estamos aborregados y que no somos capaces de leer y entender lo que dice un documento dado --aunque esté escrito en watchtoweriano--, ¡craso error! Precisamente los que visitamos este lugar y otros parecidos, es por lo que hemos experimentado en nuestras vidas, es lo que estamos viviendo y sufriendo en nuestras propias carnes y, el enviado de turno, pretende vendernos que todo es una ilusión óptica, que nuestros padecimientos son producto de nuestra imaginación. Utilizan técnicas de lobotomización. No obstante, la Santa Hermandad Apóstata está aquí para abrir los ojos a los ciegos y sanar al quebrantado de corazón.
El artículo empieza con el tema: ¿Estás preparado para una situación médica que presente un desafío a tu fe?
Párrafo 2: Si por alguna razón te hallaras en un hospital, ¿qué harías para mantenerte íntegro si alguien te dijera que morirías a menos que recibieras una transfusión de sangre? ¿Creerías en seguida que te ha dicho la verdadera condición en que te hallas? ¿Hablamos claro...? ¿Quién, en un hospital, te puede decir que peligra tu vida de no transfundirte sangre? ¿La camarera de la cafetería? ¿La mujer que hace la limpieza? ¿El conserje de la entrada? ¿El guarda de seguridad? ¿Quién, quién? ¡Pues el personal médico, que es que está adecuadamente formado, es su profesión..., y a visto muchísimos casos como el tuyo a lo largo de su carrera profesional? ¿Te vas a fiar del Cuerpo Gobernante, que no se sabe de ninguno que tenga estudios universitarios conocidos? ¿Vas a arriesgar tu vida, o la de tu hijo..., porque unos indocumentados te adoctrinen?
Luego, la segunda pregunta, es de juzgado de guardia, o sea, que, según la preguntita, el personal facultativo no es de confiar, por eso no debemos precipitarnos y creer que nuestra situación es tan grave..., ¡esto con un poco de agua salada en vena y queda todo arreglado! Según la pregunta, no podemos confiar en los médicos en este tema de salud, sino en la indocumentada confesión religiosa..., ¡manda huevos! ¿Dónde te metes, Willi?
Párrfo 3: Para resistir con éxito una transfusión de sangre no deseada, lo que significaría contaminación espiritual, el primer requisito es tener una convicción firme. http://johnhenrykurtz.blogspot.com/2008/03/blog-post_05.html ¿Contaminación espiritual...? ¿Cuán mala es esa contaminación espiritual para el testigo de Jehová? ¿Será condenado a la muerte eterna..., si se contamina de esta manera? Así que metiendo el miedo en el cuerpo del pardillo ibérico, ¿eh? ¡Pero qué sibilinos! ¿Eso quién lo dice? De todas las religiones que hay en el mundo, incluyendo las diferentes ramas de judaísmo, los dirigentes de los testigos de Jehová han llegado a la conclusión de que no se puede transfundir sangre humana --ni siquiera la propia-- para salvar una vida. Paradójico, ¿no?
¿Caerías en el error de pensar que los médicos saben más de la sangre que Dios mismo? ¡Cuánta demagogia, madre mía! Aquí Dios equivale a la Sociedad Watchtower, que es la que interpreta la voluntad de Dios y, además, se autoproclama la Voz de Dios en la tierra. De manera que, la pregunta, debería formularse de la siguiente manera, ¿caerías en el error de pensar que los médicos saben más de la sangre que la confesión religiosa? Es así como lo entienden los testigos de Jehová, cuando leer esta pregunta capciosa. Pero, para eso estamos nosotros, los humildes apóstatas, ¡para aclararlo! ¿Algún miembro del Cuerpo Gobernante ha estudiado la carrera de medicina? ¿No? ¿Y cómo saben más que los médicos? ¡Esto huele a chamusquina!
Párrafo 4: Para ayudar a los que se encaran con el problema de la transfusión de una sangre, la Sociedad ha establecido en Brooklyn y en la sucursal española el Departamento de Información Hospitalaria y, en lo que respecta a España, ha organizado Comites de Enlace con los Hospitales. ¿Para ayudar o para coaccionar..., endilgándole una "autoexpulsión" de la confesión religiosa a quien ose transfundirse sangre? ¡Seamos precisos en le lenguaje! Si tú eres testigo de Jehová y, decides libremente aceptar un tratamiento médico como lo es una transfusión sanguínea ahora y en el futuro --tanto para ti como para tu hijo-- la confesión religiosa te expulsa, bueno, te expulsa si comes morcilla, y te "autoexpulsas" si aceptas la transfusión. Parece que a la confesión religiosa, desde hace unos pocos años, no quiere que se diga que los que aceptan transfusiones de sangre se les expulsa y, prefieren definirlo de cara a la opinión pública como una..., autoexpulsión. Por supuesto, tendrá idénticas consecuencias en su entorno familiar y social. Pero les gusta jugar con las palabras. Todo, para que en un momento dado, pueda salir el portavoz de los testigos de Jehová en España diciendo: "Nosotros no expulsamos a nadie por aceptar transfusiones sanguíneas". Si como morcilla me expulsáis y si acepto una transfusión de sangre me "autoexpulso", ¿cómo se justifica esto bíblicamente? ¿Cómo reaccionarían, los testigos de Jehová hospitalizados, sin las visitas de éstos Comités y sin la vigilancia de 24 horas por parte de los miembros de la confesión religiosa en sus habitaciones hospitalarias? Si no tuviesen esa presión constante, ¿podrían decidir libremente? ¿Tienen miedo los testigos de Jehová a que los pastores religiosos de su comunidad se enteren de que han aceptado una transfusión de sangre? Y, si tienen miedo, ¿porqué lo tienen? Los testigos de Jehová hospitalizados, ¿tienen miedo a la presencia permanente (espías) de los miembros de la confesión y esto les impide decidir libremente el tratamiento médico que más les conviene?
En el párrafo 5, escriben que el Departamento de Información Hospitalaria (en Brooklyn, Nueva York), tiene acceso a más 3.600 periódicos y revistas médicas..., con el fin de orientarnos mejor que lo pueda hacer el médico que nos está tratando. La pregunta es la siguiente: imaginemos por un momento que todo lo que tú lees lo recibes de mi y, a la misma vez, tú me consideras el exclusivo canal de comunicación de Dios con la humanidad y, un servidor, se centra en todos los fallos que ha habido en medicina desde que se tienen registros (olvidándome de los aciertos, que son inmensamente más), ¿qué concepto te forjarías de la profesión médica? Otro ejemplo, vamos a documentar todos los problemas que ha habido aplicando la anestesia desde que se aplica en los hospitales y nos olvidamos de los beneficios que ha dado su aplicación, ¿querrás que te apliquen la anestesia el día que estés hospitalizado? Esto es lo que pasa con la información parcial y sesgada que reciben los testigos de Jehová por parte de la confesión. Han habido quejas y demandas en este sentido. http://johnhenrykurtz.blogspot.com/2009/06/tribunal-supremo-del-canada-1-0-watch.html
Antes de seguir hay que aclarar una cosa, ¿sabes que las élites de la confesión religiosa nunca tienen problemas para operarse sin sangre..., por motivos económicos? Ellos siempre han tenido dinero para operarse, ¡sí, el dinero que donamos tú y yo! Pero, ¿en qué situación han quedado muchos miembros anónimos de la confesión religiosa cuando han necesitado las operaciones carísimas fuera del sistema de la Seguridad Social en España? ¿Tiene la confesión religiosa un Fondo Económico Hospitalario..., para cubrir estas operaciones carísimas en caso de que el pardillo integral no tenga un chavo? Hay un fondo de dinero para comprar bienes inmuebles, pero no lo hay para ayudar a éstos enfermos, ¿cuáles son las prioridades para la confesión religiosa?
Vamos a ver cómo el testigo de Jehová toma su propia decisión de conciencia sin la intervención y mano negra por parte de la confesión:
Párrafo 7: Primero, asegúrate de que todos los miembros de tu familia tengan su propio documento médico sellado, firmado y atestiguado. Sí, aquí no vale hacer trampas, todo el mundo tiene que mojarse y alguien debe verificar que se siguen las directrices de la confesión religiosa en esta materia, ¿quién mejor que el padre, o la madre?
Además, ¿tienen tus hijos no bautizados tarjetas de identificación correctamente rellenadas? De lo contrario, en un caso de urgencia que implique a tu hijo, ¿cómo sabrá el hospital la postura de él en cuanto a la sangre, y a quién llamar? ¡Cuánto se habrán arrepentido por haber dejado constancia escrita de esto! ¿Así que hijos --se supone que esto abarca también a los menores sin especificar edad alguna-- que han tomado por ellos mismos una decisión de tanta gravedad? ¿En base a qué, un niño puede tomar una decisión de esta magnitud? ¿No son los padres quienes deben velar y representar los intereses de sus hijos legítimamente? ¿Puede un niño tomar la esta decisión? Es curioso que en la pregunta, en primera instancia está la importancia de que el personal médico pueda saber que el niño no acepta transfusiones de sangre y, en última instancia..., avisar a los padres. ¿Qué pensaría un juez de esto o, las asociaciones protección a la infancia? ¿A qué estimula esta religión en este asunto?
Parrafo 11: Puesto que nuestro documento médico ha sido preparado principalmente para situaciones de urgencia, convendría que, cuando decidieras ir a un hospital para operarte, tú mismo escribieras de antemano un documento personal más completo, basándose en nuestro documento médico, para que puedas incluir en el asuntos específicos tales como el tipo de cirugía que necesitas y los nombres de los médicos y del hospital. ¡Vaya, vaya! ¿Así que nuestro documento? ¿El que la confesión religiosa ha redactado, impreso y distribuido? ¡Je, je, je! Pero, sois muy cucos y tiráis la piedra y escondéis la mano: "basándote en nuestro documento, tú te escribes uno que parezca que la idea y decisión es tuya, más completo". ¿Y qué añado para completarlo, alguna idea propia, por ejemplo? "Que no lo pillas. No, nada de ideas o pensamientos propios. Puedes poner: la cirugía que te tienen que hacer, el nombre del médico y el hospital. No escribas nada más ni te salgas del guión que tú no estás capacitado para estas cosas". ¡Bochornoso! La manipulación es total.
En los párrafos 13 al 17, la confesión religiosa nos da las pertinentes directrices para que hablemos con el personal facultativo que nos realizará la intervención quirúrgica. Nos explican cómo podemos hacerlo con aparente convicción para dar la impresión de que las ideas son nuestras y no de la confesión de marras.
Protocolo a seguir redactado por la confesión religiosa
1. Llama a los ancianos de tu congregación para que te ayuden (lo sabio sería avisar a los ancianos cada vez que tengamos que ir a un centro para el cuidado de la salud).
2. Si es necesario, pide a los ancianos que llamen al Comité de Enlace con los Hospitales más cercano.
3. El Comité de Enlace con los Hospitales puede ayudarte a hablar con los médicos u otras personas. (Si ni siquiera eso diera resultados, llamarán al Departamento de información Hospitalaria de Ajalvir). O sea, a la sede nacional de los testigos de Jehová en España, que está situada en Ajalvir (Madrid). Por último, llegamos a la madre de cordero. De allí parten todas las directrices y allí terminan todas las consultas. La pregunta es, ¿realmente, toma el testigo de Jehová anónimo una decisión personal y de conciencia en esta materia, o la toman otros por él? ¿Hay una mano negra detrás de todo? Según el testimonio de algunas personas que han recurrido a los servicios de éstos miembros de los Comités de Enlace, siempre te pueden recomendar un centro hospitalario privado donde te atenderán sin sangre a cambio de una buena cantidad de dinero. ¿Habrán pillado alguna comisión éstos miembros de los Comités de Enlace?
Siguen con más directrices de protocolo, pero indiciendo en lo mismo. Claro, a todo esto, tu pronóstico debe estar estacionario, que no corra prisa la intervención, porque como tengas que dar todos los pasos que marcan las directrices..., ¡puede que la respuesta te llegue en el tanatorio!
Vamos a finalizar con las preguntas y respuestas. Tú sabes, por lo que te indica tu confesión religiosa, que no puedes aceptar transfusiones sanguíneas, ¿no? Pero no sabes ni el cómo ni el porqué y, por lo tanto, no sabes qué contestar cuando te pregunte un médico o un juez. ¡No te preocupes, tu confesión religiosa te lo da mascado! Aquí tienes las preguntas más comunes y difíciles de responder..., y la respuesta oficial escrita por la confesión..., para que ni pienses ni te equivoques. ¡No vaya a ser que tú les digas a los médicos que no aceptas transfusiones de sangre porque te lo prohíbe tu confesión religiosa..., y los metas en un lío de tres pares de huevos!
Primero, te advierten. Párrafo 30: Debes saber que hay ciertas preguntas que los médicos y otros plantean no siempre con buenos motivos (médicos y jueces fundamentalmente). ¡Cuidadín con los médicos y jueces..., que no tienen buenos motivos al preguntarte! Son agentes de Satanás que sólo buscan entramparte con las palabras y no están interesados en tu salud eterna. Sólo la Sociedad se preocupa por tu salud presente y futura. Tienes que ser cauteloso como una serpiente, o como un ninja.
Un médico malo malísimo o un juez malo malísimo, te podría preguntar capciosamente: "¿Prefiere morir ( dejar que su hijo muera) a aceptar una transfusión de sangre que le salve la vida?". Párrafo 31: Si tu contestas afirmativamente, esa sería una respuesta correcta desde un punto de vista religioso, pero a menudo este tipo de respuesta se entiende mal... ¡Perdón! Se entiende perfectamente. Desde el punto de vista religioso de la confesión religiosa es preferible que la persona (hijo) muera a que acepte la transfusión de sangre. ¿Es que un médico o juez no puede entender esto? Normalmente, los médicos y, sobre todos los jueces, han estudiado lo suficiente como para poder entender esa respuesta y otras más complejas. Aquí lo que pasa es que alguien está interesado en que el testigo de Jehová no diga eso y pueda implicar a la confesión religiosa en esa decisión que ha tomado. ¡Ese es el verdadero motivo y no la incapacidad de un juez para entendernos! ¡Hasta ahí podíamos llegar!
La respuesta que debes dar según la confesión: "Yo no deseo morir (que mi hijo muera). Si deseara morir (o que hijo muriera), me habría quedado en casa. Pero vine aquí para recibir atención médica, pues deseo vivir (que mi hijo viva) . Lo que solicito es atención médica sin el uso de sangre para mí (para mi hijo). Hay otras opciones". ¡Vaya tela marinera! Yo pensaba que los testigos de Jehová decidían esta cuestión libremente y sin la intervención de terceras personas y, ¡mira tú por donde!, resulta que la respuesta que dan los testigos de Jehová se la aprenden de memoria al dictado de su confesión religiosa. ¿Es esto ético? ¿Es esto legal?
Otras preguntas malintencionadas por parte de médicos y jueces:
*¿Qué ocurriría si por una orden judicial se le administrara por la fuerza una transfusión? ¿Se le consideraría responsable? Para responder la pregunta, sólo hay que leer el siguiente enlace:http://johnhenrykurtz.blogspot.com/2009/09/es-responsable-el-cuerpo-gobernante-de.html
"El que usted acepte o se le obligue a aceptar una transfusión, ¿resultará en que se le expulse de su religión o que pierda la vida eterna? ¿Cómo se le considerará en su congregación?". Esta pregunta la dejan sin respuesta, la escriben, pero no la contestan, ¿porqué será?
La respuesta mascada es esta:
*Si se me administra sangre por la fuerza en la forma que sea, eso sería para mí lo mismo que violar mi persona. Por el resto de mi vida sufriría las consecuencias emocionales y espirituales de ese ataque indeseado, por lo que lo resistiré con todas mis fuerzas tal violación física. De seguro, llevaré ante los tribunales a los que me ataquen así, tal como lo haría en el caso de un ultraje sexual".
¿Qué sugerencias da la confesión religiosa para que nuestra respuesta salga espontáneamente y parezca que sea de nuestra cosecha personal?:
Primero, ten una consideración con tu familia para ensayar estos asuntos y preparar lo que vas a decir y hacer, especialmente en un caso de urgencia. Teatro. Sí, sí, teatro. Hay que ensayar en casa lo que vas a decir y el dramatismo que le vas a dar para que parezca creíble de que la idea es tuya. En familia, para que los niños también aprendan las respuestas. Eso es lo que indica textualmente la confesión religiosa.
Segundo, asegúrate de que todo los miembro de tu familia tiene los documentos necesarios. La confesión no desea que nada quede sin atar..., ¡todo el mundo con los documentos cumplimentados y firmados!
Y, tercero, metemos a Dios por medio, que parezca que todas estas directrices proceden del Altísimo..., ¡ y aquí paz y después gloria! Todo el mundo perfectamente mentalizado. Teatralmente preparados, ¡ni José María Rodero en sus buenos tiempos! ¿Qué muere alguien? Siempre será preferible esto a desobedecer al dios de la Watchtower que nos dará la vida eterna.
ACCIÓN PARA EL POST:
Mandemos este documento a cuantas instancias médicas o judiciales que se nos ocurran. Deben saber quién está detrás de la posición que adoptan los testigos de Jehová en materia de salud. No se puede tirar la piedra y esconder la mano, como hacen los del Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová.